Tres reglas de oro para acertar con tu look estas fiestas navideñas

Lo primordial es no perder el foco en ningún momento para así poder buscar referencias que imitar de lo que verdaderamente necesitamos. Esto significa que conviene renunciar por unos días a los vaqueros, las sudaderas y las zapatillas para dar prioridad a las prendas y complementos más formales del armario, al menos en la ristra de cenas, comidas y demás reuniones familiares, de trabajo o con amigos que se acumulan desde que arranca diciembre hasta, como mínimo, el 6 de enero.

De todos modos, para que te resulte aún más fácil elegir look en Navidad, te dejamos estas tres reglas básicas que te ayudarán a prevenir cualquier desilusión en clave fashion.

En periodismo existe una base conocida como la de las 5W que hace referencia a las preguntas del Who, what, when, where, why. La respuesta a estas cuestiones que traducidas al español serían «quién, qué, cuándo, dónde y por qué« son las que debes tener en cuenta a la hora de elegir qué ponerte. Y no solo ahora sino en cualquier otra época del año.

Parece evidente pero es algo que no siempre se tiene en mente y es fundamental para evitar cualquier tipo de error en cada una de las fiestas. Por ejemplo, no te saldrá bien la jugada si te decantas por un jersey navideño para ir a la cena de empresa pero tampoco quedará bien que vayas con esmoquin a cenar a casa de tus suegros por muy buena impresión que quieras causar con ellos en Nochevieja. Tener el conocimiento necesario del contexto en el que te vas a manejar y aplicar el sentido común es primordial.

Ya sabemos que el color juega un papel muy importante a la hora de vestir por múltiples razones. Por un simple valor estético pero también porque es capaz de repercutir en nuestro estado anímico. Asimismo, cada una de las tonalidades goza de cierta simbología y esto es algo que implica directamente en el protocolo -de ahí que el blanco, por ejemplo, sea un tono considerado prohibido en una boda–.

Esto llevado al terreno que nos ocupa quiere decir que, para garantizar el acierto total, es preferible en estas fiestas limitarnos al uso de tonos que se consideran apropiados. Estos pueden ser clásicos como el negro o el azul marino, pero también el rojo y el verde que tanto se asocian a las pascuas. El blanco por aquello de que nos remite a la nieve y los metalizados por su indudable carácter festivo también serán vistos con buenos ojos, al igual que cualquier elemento en tartán.

Del mismo modo que importan los colores, lo hacen los tejidos. El contexto festivo da para experimentar con materiales deluxe como el terciopelo, las lentejuelas o la seda y es algo que hay que tratar de aprovechar en nuestro favor. De nada sirve hacer una buena elección de prenda y de color si está confeccionada en un textil que no acompaña con la elegancia que se espera.

Eso sí, tampoco te dejes llevar mucho por la fantasía a la hora de mezclar porque puedes tirar todo por tierra en apenas unos segundos. Evitar el efecto disfraz es algo a perseguir siempre.

Con estas tres premisas claras es mucho más sencillo acertar en la diana con aquello que se escoja del armario. Crea combinaciones sofisticadas fáciles y sin pretensiones con las que de verdad te sientas cómodo. Serán la mejor garantía de que la decisión que has tomado es la correcta.