Cómo llevar mocasines para ser el más elegante

Esto significa dos cosas: la primera, que no hay excusa para no incluir al menos un diseño en tu rotación habitual de calzado, y, la segunda, que aún les queda mucho que demostrar porque, cuando parece que ya no pueden dar más de sí, son capaces de reinventarse de nuevo y adaptarse a los nuevos tiempos.

Si dejamos la creatividad a un lado, podemos diferenciar hasta cinco variedades de mocasines. En primer lugar, los penny que son los que seguramente te vengan a la mente al hablar de este calzado porque son los de punta redondeada que disponen de correa de cuero en el empeine. Ostentan el título de clásicos por excelencia aunque, en los últimos años, se han moldeado incorporando suelas de goma más altas y hormas amplias para adoptar un carácter menos pijo y más casual.

Después están otros de estética tradicional, los de borlas que son aquellos que, como su propio nombre indica, presumen de estos adornos en la parte superior del zapato; y los conocidos como «Horsebit», a los que reconocerás por esa característica hebilla inspirada en el mundo del caballo que aparece generalmente en dorado.

Por último, aunque se suelen tratar como categorías independientes, los náuticos –generalmente con un lazo en la zona delantera– y los slippers –pueden ser destalonados o con la punta ligeramente afilada– también entrarían dentro de los distintos tipos de mocasines puesto que con ellos se sigue en todo momento la misma línea. Y es que, como sabrás, lo que todos tienen en común es la ausencia de cordones, el rasgo que los da ese punto especial por el que combinan con audacia confort y formalidad.

Los mocasines ocupan un espacio entre la seriedad de los zapatos Oxford y la informalidad de las zapatillas. O lo que es lo mismo, hay que contar con ellos cuando el objetivo es un look sobrio pero más relajado que el que obtendríamos con un zapato con cordones. A partir de aquí, se pueden plantear numerosos escenarios en los que funciona. Por ejemplo, con un traje ligero y una camisa es ideal para ir formal sin pasarse porque no habrá ni que recurrir a la corbata, o con unos pantalones tipo chino y un polo puedes conseguir un conjunto casual sencillo con un plus de elegancia.

Los alumnos aventajados de la moda pueden animarse con una de las tendencias más controvertidas de los últimos tiempos, la que propone combinar mocasines con calcetines blancos. Celine fue una de las firmas que primero se animó en el 2019 a recuperar este binomio que a principios del siglo XX era todo un símbolo de rebeldía estética y después han llegado el resto de marcas en masa para reivindicarlo. No hay más que fijarse en los armarios de iconos como Harry Styles o Austin Butler para demostrar que la fiebre por esta mezcla sigue muy viva, especialmente si se combina con vaqueros o pantalones de pinzas.

La alternativa contraria a esta corriente es la que directamente se olvida de los calcetines. Aquí el objetivo no es otro que el de dejar el tobillo al aire. ¿Cómo? O bien sin nada, o bien con la ayuda de unos pinkis que te ayuden a evitar la sudoración pero queden ocultos bajo el calzado.

Una última recomendación para quienes quieran alejarse por completo de cualquier connotación de excesiva seriedad es probar los mocasines con prendas que se alejan totalmente de lo convencional. Pantalones cargo, jeans o monos permiten cambiar las zapatillas por este tipo de calzado para moverse en un espacio más ecléctico. Parece complicado pero puede dar lugar a estilismos realmente sorprendentes, ¿te atreves?