MODA
¿Qué tiene la mascarilla más cara del mundo para costar 1,5 millones?
El lujo no entiende de crisis, prueba de ello la encontramos en este modelo solo apto para unos pocos bolsillos
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Iniciar sesiónA la fuerza la mascarilla se ha convertido en un instrumento imprescindible en el día a día que la industria de la moda ya vaticinó hace unos meses. La evolución de este “accesorio” -por denominarlo de alguna manera- ha sido bastante curiosa, pues desde ... hace años las culturas asiáticas se encargaron de darle un papel clave en los looks de los más intrépidos, siendo esto precisamente lo que inspiró a las firmas de lujo para idear modelos que atendiesen a las tendencias del momento y con un toque especial.
Louis Vuitton, Balenciaga, Chanel … Las grandes firmas se dieron prisa por ser las primeras en normalizar su uso y hacerse con el monopolio en el mercado de lujo con diseños que superaban los miles de euros. Un hecho que no es de extrañar teniendo en cuenta que en el primer trimestre las búsquedas de mascarillas en Internet crecieron un 496% según publica un estudio de la plataforma de moda Lyst. Sin embargo, dejado a un lado la practicidad y excentricidades varias ahora parece que a cosa ha ido a más con verdaderas obras de arte.
El último ejemplo lo encontramos en Israel , donde los dueños de la joyería Yvel , una de las más prestigiosas del país, han decidido invertir su “savoir faire” para crear una verdadera obra de arte en forma de mascarilla. El modelo realizado en oro de 18 kilates posee un precio de 1,5 millones de dólares, convirtiéndola en la más cara que se haya elaborado hasta la fecha.
Los motivos no solo residen en el oro, también en los más de 3.600 diamantes blancos y negros que se emplearán. Según han contado los propietarios del establecimiento el diseño verá la luz en octubre (aunque podría retrasarse hasta diciembre) y para su creación están trabajando 25 artesanos .
Uno de los inconvenientes que presenta es el peso, pues se estima que será de casi un cuarto de kilo , unas 100 veces más que las clásicas mascarillas quirúrgicas. Además, cumple con las normativas de protección con un filtro N99 que por desgracia no se puede cambiar, es decir, que una vez que pierda su efectividad la mascarilla perderá su utilidad.
La pregunta es, ¿quién estaría dispuesto a pagar semejante cantidad? La respuesta proviene de China, el país del que procede su futuro dueño, que aunque no ha revelado su identidad, sí que se sabe que colecciona arte y está afincado en Estados Unidos. Sin duda un capricho solo al alcance de unos pocos privilegiados.
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