Manual para hacer un cambio de armario infalible
Ponte manos a la obra para dejar un espacio perfectamente organizado, digno de un discípulo de Marie Kondo
Armario
Aprovechando que el mes de abril que acabamos de dejar atrás ha sido, esta vez sí, primaveral, con temperaturas moderadas y días lluviosos, habrás podido evitar acometer el cambio de armario, una de esas tareas que nunca parece venirnos bien.
Da pereza ponerse porque siempre ... hay algo mejor que hacer, pero esta sigue siendo la mejor forma para aprovechar toda tu ropa , facilitar el día a día al vestirte y también para conservarla -tener todo apelotonado no es una alternativa válida, ni siquiera práctica-. El único peaje es que, tarde o temprano, hay que hacerlo. Y mayo es el momento marcado en rojo en el calendario para cambiar el armario y poner a punto tu colección personal de primavera verano.
Consejos para exprimir al máximo esta tarea hay muchos, tanto genéricos como específicos, y por eso hemos intentado no dejarnos ninguno en el tintero en este decálogo para que el cambio de armario de primavera sea infalible:
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Camisas de primavera
Cuándo
Como decíamos anteriormente, no hay dos primaveras iguales en lo que respecta al clima, pero la fuente más fiable en este caso (aunque no sea científica) tiene muchos años, tantos como el refranero popular. Y este dice que “hasta el 40 de mayo no te quites el sayo”. Esta es la mejor referencia posible. Bueno, y las aplicaciones del clima que te permiten consultar las previsiones con mucha anticipación.
2
Lleva un orden de prioridades
Orden a seguir
Depende del espacio, que lógicamente marca cuáles son las posibilidades reales de acometer un cambio de armario. Si dispones de un lugar en el que almacenar prendas fuera del armario de uso diario, los pantalones de invierno y, sobre todo, los jerséis gruesos, son los candidatos número 1 a ocupar dicho espacio.
En caso de que tengas que dejarlo todo en el mismo armario, nuestra recomendación es que intentes apilar en dos líneas, y que simplemente lleves al fondo las prendas de invierno y pongas en primera línea las de primavera verano. Otro consejo es que pongas en los estantes centrales, a mano, la ropa que más utilizas , y dejes para los superiores y el altillo la ropa de fuera de temporada. Es cuestión de priorizar aquello que te resulte más práctico.
3
Ropa ordenada
Cómo guardar
Es tan importante decidir con acierto qué guardar como la forma de ejecutarlo. Si usas un canapé, un baúl, el altillo del armario, un armario en otro lugar de la casa o del trastero, protege en todos los casos la ropa con fundas apropiadas para ello. No son caras y es absolutamente imprescindible.
Además, tres consejos más a este respecto: la ropa se guarda limpia, no a medio usar -de lo contrario, luego aparecen manchas y sorpresas inesperadas que ya no tienen solución-, y con cierta amplitud; esto es, no metas prendas en cada funda hasta que la cremallera reviente. Por último, intenta, en la medida de lo posible, proteger aquellas prendas más delicadas no apilándolas junto a otras que puedan dañarlas por el contacto directo durante tantos meses almacenadas.
4
Zapatillas
Hacer limpieza
Esto es fundamental. No hay otro momento, al menos no mejor que este, para aligerar tu armario. No nos vamos a extender demasiado en qué cosas te recomendamos tirar porque hace pocas fechas le dedicamos un texto exclusivo a ello, pero no te olvides de hacerlo también con la ropa interior, que muchas veces es la que más 'se estira' de forma innecesaria.
5
Diseña todo bien antes de empezar
Compartimentar
Uno de los consejos más útiles es que antes de acometer el cambio de armario pienses bien dónde quieres tener cada cosa. 'Diseñar' el espacio disponible es el primer paso hacia un cambio de armario infalible porque te resultará más cómodo en el día a día y encima te ayudará a que no se desordene con el uso.
Hilado con este consejo, añadimos que es importante también elegir qué colgar y qué doblar. Tendemos, por ejemplo, a seguir colgando los vaqueros cuando en realidad son prendas que se doblan y apilan con mucha facilidad y, al ser resistentes, no se resienten. De este modo tendréis más espacio para pantalones delicados y camisas. Un segundo ejemplo son las camisetas, las cuales solemos apilarlas en torres interminables cuando puedes ponerlas dobladas en cajones al 'estilo Marie Kondo', ordenadas en fila, de tal forma que siempre tengas todas a mano -por colores, todavía mejor- y puedas dejar libres baldas en los armarios.
Otra recomendación importante en el caso de la ropa de verano es intentar crear minicompartimentos estancos. Esto sirve, sobre todo, para la ropa de playa, a la que deberíamos mantener siempre bien aislada con respecto a la ropa de uso diario fuera del ámbito 'piscinero'. Dicho sin adornos: no dejéis bañadores y camisetas reutilizadas en el mismo armario que el resto de prendas, reservad para ello un cajón independiente o cualquier otro espacio aislado. Eso de tener los bañadores y las bermudas juntas no es una buena idea.
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