Moda
Cómo llevar un gorro de lana y no parecer un macarra
Este accesorio puede elevar y no tirarlo por tierra si eliges bien con qué lucirlo

¿Es macarra el gorro de lana? No tiene por qué. Como tampoco lo es la cazadora conocida como perfecto, la gorra beisbolera o las botas militares. Es cierto que hay prendas y accesorios que tendemos a etiquetar como tal —se lleva la palma la camiseta blanca de tirantes , es origen camiseta interior aunque ya no lo sea en exclusiva—, pero si es macarra o no, igual que sí es estética o no, no es algo que lo juzgue la naturaleza de la prenda o del accesorio en cuestión, sino cómo se lleva. Con qué actitud y, sobre todo, con qué otras prendas .
Con el gorro de lana no es tan difícil no parecer un macarra. Es más, casi es más fácil no parecerlo. Hay que “esforzarse” para que un estilismo en su conjunto parezca macarra si se lleva un gorro de lana. Quizá llevado ajustado, de talla pequeña (a media oreja), con ropa muy entallada, o con un calzado y una chaqueta de aire agresivo, o bien algunos diseños estampados de dudoso gusto lo sean, pero se nos ocurren pocos ejemplos para que en el 2022 un gorro de lana destaque por ello.
En cambio, sí puede hacerlo por su buen hacer estilístico. Esto es, el gorro de lana cuando hace frío no solo es práctico y eficaz —¿qué serían de nuestras orejas sin él en muchas ciudades y lugares naturales durante los meses fríos? Y no, no digas que existen las orejeras, de las que ya hablaremos otro día…—, es que también puede ser resultón. No elegante ni sofisticado, ya que no deja de ser un complemento deportivo, informal o, como mucho, casual, pero sí “molón”, por seguir con la terminología popular y callejera.
¿Y cómo se puede llevar para que lo sea? Lo primero que debes tener en cuenta es que por el simple hecho de que algunos famosos como Justin Bieber se empeñaran en llevarlo holgado o hacia atrás, no parece esta la forma más estética de lucir un gorro de lana. Es más, esta es una cuarta opción en la que puedes llegar a parecer un macarra… aparte de que tampoco sea la manera más inteligente de ponerte el gorro porque queda más espacio libre, lo cual calienta menos, le hace perder eficacia.
Dicho esto, como siempre insistimos en este tipo de piezas, puedes ponerte el gorro como te plazca. Ahora bien, si nos preguntas o consultas nuestra opinión, nos decantamos por todo lo contrario: un gorro de lana clásico, el típico ‘beanie’ hispter, con su dobladillo, a poder ser liso y en colores clásicos del otoño —azules, grises, marrones, quizá burdeos o verde también, y en menor medida negro, aunque no falles con él—, y en el que tampoco adquiera demasiado protagonismo el logo. Que sea la calidad del tejido la gran protagonista .

Seguramente este gorro de lana sea el legado de la cultura hipster que más ha perdurado en el tiempo. Se sigue viendo actual porque este tipo de gorros son los que alcanzan la categoría de casual. Es decir, funcionan bien con looks más formales : con chinos, zapatos, abrigos o gabardinas, etcétera. Y al mismo tiempo irás de maravilla si te lo pones con uno vaqueros y unas deportivas.
El athleisure bien entendido
Por otro lado tenemos los gorros deportivos. Con o sin pompón, para gustos colores, suelen ser diseños más coloridos y con predominio de los estampados . No funcionan mal si no te extralimitas en sus usos. Mientras los lleves en los días de mucho frío y con prendas de aire deportivo como las sudaderas, cortavientos, impermeables o plumas, por citar algunos ejemplos, ¿por qué ibas a parecer macarra? Piensa en los catálogos de ropa de esquí: se pueden hacer auténticas maravillas en clave ‘athleisure’ con un gorro de lana.
Ahora bien, si te lo pones con una americana o con un abrigo de lana largo, pues te las estás jugando. No sé si a parecer un macarra o un hortera, pero lo cierto es que si se vuelven a llevar las gorras beisboleras con traje, al estilo Kendall Roy en ‘Sucession’, pues no nos llevaríamos las manos a la cabeza si vemos algo parecido con gorros de lana deportivos. “It’s up yo you”, que dirían los norteamericanos, si tomar el riesgo o no hacerlo.
Nos dejan serias dudas también los gorros hipercortos, la versión reducida del ‘beanie’ , que tanto hemos visto estos últimos años entre famosos y prescriptores de moda. Pero, a diferencia de otros estilos, en este caso entendemos que estamos hablando de un complemento donde predomina lo estético. Si te gusta, adelante, aunque se pierde buena parte de la practicidad de este accesorio si lo llevas dejando los oídos al aire, por debajo. Si quieres tomar buena nota de cómo llevar con este tipo de gorros extracortos con estilo, Paul Binam es tu hombre, aunque últimamente lo alterne mucho precisamente con la gorra beisbolera. Ni lo dudes, entra en su Instagram y aprende cómo le saca partido en sus looks minimalistas y ultramodernos.
El de Binum es un ejemplo excelente para demostrar que la teoría expuesta al comienzo de la pieza es acertada: el gorro de lana no es macarra; lo es la forma de llevarlo y la actitud al vestir , que es capaz de transmitir a la ropa y accesorios este tipo de características que de por sí solas no tienen.
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