Botines de hombre: cómo, cuándo y por qué

Nosotros nos subimos al carro de ese grupo de la población, todavía pequeño en comparación con los fieles a los zapatos y las deportivas, que las reivindican, y por eso hemos preparado esta pequeña guía que compartimos contigo a continuación. Cómo, qué, cuándo y por qué : así se llevan los botines de hombre.

La respuesta a estas dos preguntas es sencilla, especialmente a la segunda. El por qué debe responder siempre al gusto personal, así que esta es la clave para descubrir los botines de hombre; te deben gustar. Esto es como aquel que no termina de verse con zapatos: si no se gusta con ellos ya puede llevar un par de la mejor piel del mundo que no se sentirá cómodo con ellos.

Esto último es otro argumento que sirve para responder al por qué, ya que las botas son la alternativa ideal al zapato . No así de las sneakers, que viven en un universo paralelo donde no tienen rival: el de la moda relajada y confortable, deportiva y urbana. Es cierto que los botines enlazan este estilo con el formal que representan los zapatos pero no dejan de ser una alternativa puntual a las sneakers, que tienen la partida ganada en su contexto.

Sin embargo, no existe un tipo de calzado mejor que los botines para elevar el nivel de formalidad de los looks sin necesidad de dar un triple salto mortal desde las deportivas al zapato directamente. Y, además, tienen una cosa que no tienen ni unas ni otros: la versatilidad . Son capaces de ir bien con unos jeans, a lo estrella del rock, y con un traje, siempre y cuando claro está sepas escoger bien qué modelo de botas llevar en cada caso.

Y, por si fuera poco, hay un detalle que no puede quedar en el tintero con respecto a los botines de hombre y es que son una prueba muy fiable de que quien las lleva es un hombre preocupado por su estilo personal y por la moda porque, por mucho que se vean más por la calle, las botas siguen siendo un territorio prohibido para muchos hombres que prefieren la seguridad del zapato o la comodidad de la deportiva.

A grandes rasgos, aunque ni mucho menos es así porque existen algunas alternativas más si bien su uso está menos extendido y es menos versátil, existen cuatro tipo de bota o botines de hombre : chelsea boots, las botas de cordones formales, las de cordones informales, tipo militares o de montaña, y las deserts boots, lo más parecido a un híbrido entre zapato y botín masculino.

Alternativa a estas hay algunas más, pero ninguna tiene el recorrido ni la fama de los cuatro tipos descritos. Ejemplos más o menos extendidos son las botas wallabee y las botas moteras , con hebilla, y en menor medida las botas cowboy , que de botín tienen poco en realidad porque su caña, pese a no ser alta, está por encima de la mayoría de las botas y botines de hombre.

Estas últimas, además, no parece que vuelvan a convertirse en tendencia masculina y eso que los western, como los musicales, son el género de moda en Hollywood. Quizá David Beckham diga lo contrario incitado a ello por su yo de comienzos de los dosmil, pero él ha sido de los primeros en entender que no tienen nada que hacer ante unos botines chelsea o unas botas de cordones.

A continuación, repasamos brevemente las características de cada una de ellas:

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Chelsea

No suenan igual que en inglés los botines tipo chelsea, para que nos vamos a engañar. Este calzado, muy británico por cierto, es el botín masculino que mejor se ha adaptado al camino por el que viaja la moda contemporánea . Tan bien funcionan que podrías tener tres pares de ellas en el armario y no necesitar ninguna otra bota o zapato: unas de piel negras, otras de ante camel y unas más en color marrón en cualquiera de estos dos materiales.

No tienen cordones, sino que están rematados con una parte elástica en el lateral (hay diseños híbridos que sí llevan cremallera lateral), son el calzado perfecto para conseguir el ansiado punto de “arreglado pero informal”. Combinan con todo el armario masculino, incluso con el traje en determinados contextos si el protocolo no es muy rígido, y siempre aportan eso que la sabiduría popular etiqueta como “estilo”.

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Con cordones

Existe un tipo de bota o botín masculino con cordones que es formal porque la caña recuerda al zapato oxford o brogue . Se ven menos precisamente porque su target es reducido ya que el zapato tiene dominado el espacio que estas pretenden ocupar, pero son una alternativa ideal para los amantes de los botines chelsea, por ejemplo, porque permiten no tener que renunciar a la bota ni siquiera cuando el código de vestimenta exige mayor formalidad.

La ventaja que tienen es que, como las anteriores, se adaptan de maravilla a looks casual; por ejemplo, vaquero y una prenda de punto de calidad.

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Militares

También podemos referirnos a ellas como “de montaña” pero lo cierto es que se parecen más a las militares por su estética robusta y porque se las hemos visto al ejército americano en cientos de películas bélicas contemporáneas y en el telediario.

Para que las ubiques, si eres millenial, basta con que te citemos a las Timberland o las Panama Jack porque al menos habrás tenido un par de ellas en tu vida. Otros tendrán en mente las Dr. Martens, otra firma con diseños icónicos, muy imitados. Hay diseños un pelín más sofisticados, pero la estética es similar. Ayuda a ello el color marrón, quizá el más elegante para este calzado basto que, sin embargo, funciona de maravilla en estilismos casual. Allá donde pegue una deportiva blanca clásica lo hará una bota de cordones informal con la ventaja extra de que llevarás los pies mucho más protegidos del frío.

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Dessert boots

Cerramos la lista de recomendaciones con este tipo de bota con suela de goma (o de cuero) y fabricadas en ante que para muchos es un zapato. En realidad, no es ni una cosa ni la otra porque está a medio camino. Si los llevas tapados con un chino, por ejemplo, se confunden con un zapato bajo de ante como el que llevan miles de comerciales en este país.

Su característica principal es que su caña se eleva hasta cubrir el tobillo , de ahí que técnicamente no sean un zapato, pero el uso apenas varía. Con lo que no funcionan, en general, es con los trajes; su límite, una combinación de pantalón de pinzas y americana, sin corbata, en distintos colores. El origen, para curiosos, de este zapato se remonta a la época colonial, cuando los británicos introdujeron estas botas en el continente europeo como chukka boots.