Joe Biden o por qué el nuevo presidente de los Estados Unidos puede ser considerado un referente de estilo

Pero eso no es todo, las prendas de su vestidor también se han ido haciendo poco a poco con el protagonismo en los tabloides. Y es que Biden reflejaría a la perfección el estilo del americano de clase medio-alta en cuyo armario se encuentran tanto apuestas más informales como una amplia gama de trajes de chaqueta para sus reuniones de trabajo. Sin embargo, lejos de resultar aburrido, ha conseguido revitalizar la sobriedad gracias a pequeños detalles que cualquier hombre fácilmente podría imitar.

Si otros presidentes como Kennedy se han convertido en verdaderos referentes en moda , ¿por qué no él? Analizando su vestimenta queda claro que le interesa estar elegante, pero nunca sin perder su esencia, gracias también a la exhaustiva labor de su equipo de estilistas que han sabido adaptarlas a su edad y silueta. Pero desde que apenas rozaba la treintena Joe Biden ha demostrado ser un hombre presumido y preocupado por verse bien.

Tal y como se muestra en las imágenes, el aire clásico ha impregnado sus estilismos prácticamente siempre, aunque con ese toque casual que caracteriza a los americanos. Los jerséis de punto, las camisas, camisetas de algodón y pantalones chinos son sus básicos principales en el día a día. No obstante, siempre le gusta añadir su toque personal , como con la gorra más informal que rompe con el look o el jersey de cuello vuelto debajo de la camisa. También resulta curioso observar que no se corta a la hora de mezclar texturas que a priori puedan parecer opuestas y que en la paleta de color no siempre encontramos tonos oscuros, pues también abundan los verdes, granates y beiges.

Otro ejemplo de cómo personaliza los trajes de chaqueta lo encontramos en esta foto, donde se aprecia que ya por la década de los setenta seguía las tendencias que dictaminaban que las grandes solapas y corbatas XXL eran el último grito. También sabía cómo llevar los estampados con algunas pinceladas de color sin que el conjunto se viese recargado, y es que ya se sabe que en estos terrenos es mejor no abusar.

Pero volviendo al dos piezas, si hay una gama con la que se siente cómodo es con la de los azules: desde el cerúleo al marino. Un tono que además de representar a su partido demócrata, transmite serenidad, estabilidad y confianza según la psicología del color. Además resalta sus facciones, combina con el color de sus ojos, y con él no se ve tan serio como con los grises o negros.

Un color que se encarga de reinventar al llevar la camisa sin corbata. Porque si nos fijamos, al flamante presidente le encanta lucir esta prenda con el primer botón desabotonado, como si se acabase de desanudar la corbata, logrando un efecto rejuvenecedor. Entre su variedad favorita destacan las de rayas verticales blancas y azul celeste, a las imágenes nos remitimos.

En cuanto a sus firmas favoritas, es muy partidario de apostar por el “Made in USA” con diseñadores como Tommy Hilfiger -que eligió para la toma de posesión- Ralph Lauren o J.Crew . Todas ellas firmas que abogan por lo clásico con detalles elegantes diferenciadores. A la hora de llevar corbata opta por tonos potentes -probablemente asesorado por sus estilistas- que además de contrastar denotan seguridad y fuerza a sus discursos políticos.

Cuando busca un resultado elegante el tuxedo es otra de sus alternativas favoritas, especialmente con cortes pulidos y complementos satinados que le aportan un plus de sofisticación.

En su repertorio no todo son camisas, trajes y jerséis. También apuesta por una prenda tan americana como el polo y las cazadoras de cuero de estilo vintage. En cuanto a los accesorios, siente predilección por las gafas de aviador y los relojes, en cuya colección no faltan varios Rolex.