¿Por qué Joe Biden no puede llevar a la Casa Blanca su bicicleta estática de 1.950 euros?

Sin embargo, otro de los artefactos que más utiliza parece ser que va a tener que quedarse en su antigua casa. Nos referimos a la bicicleta estática Peloton valorada en 1.950 euros. A sus 78 años Biden se mantiene en forma gracias a que ni fuma, ni bebe, lleva una alimentación sana y no se salta ni un solo día de sus entrenamientos . Cada mañana realiza una hora de cardio o diferentes ejercicios de tonificación y para ello utiliza esta bici.

El modelo cuenta con una conexión a internet, videocámara y micrófono que permiten que se conecte de manera virtual a las clases presenciales del gimnasio en Nueva York, así como realizar múltiples entrenos online a cualquier hora del día. Tanto el micro como la cámara están controlados por un software propio, que se sincroniza con el sistema operativo del usuario -tanto Android como iOS- y que permite acceder a la red WiFi del lugar en el que se encuentre.

Aunque resulte muy útil, precisamente esta aparatología es la que dificulta su entrada en la mansión presidencial, puesto que, al tener una conexión propia, podría ser un atractivo foco para los piratas informáticos. De hecho, en la web de la marca puede leerse lo siguiente: «no importa cuánto esfuerzo pongamos en la seguridad del sistema, todavía puede presentar vulnerabilidades». O lo que es lo mismo, si un hacker consiguiese entrar en la bicicleta del presidente, tendría también acceso a su Smartphone, su reloj o incluso la red de internet de toda la casa, lo que supondría un riesgo muy fuerte.

En el caso de que Biden se empeñase en llevarse su Peloton a la Casa Blanca, habría varias soluciones que se pudiesen aplicar . Por un lado, utilizar una conexión por cable para que no estuviese en contacto con el WiFi general de toda la casa. Por otro, instalarla sin micrófono, ni videocámara ni acceso a internet (con lo que perdería su parte más innovadora y funcional y no tendría mucho sentido). Sea como fuere, parece bastante complicado -y arriesgado- que vaya a llevársela, pero no tenemos duda de que encontrará otra alternativa para no renunciar al deporte: desde un entrenador personal a un diseño de bicicleta algo más analógico.