El verdadero motivo por el que las botellas de plástico llevan el tapón pegado

Llegados a este punto, queda preguntarse ¿por qué? ¿cuáles son las ventajas de este mecanismo? ¿por qué a muchos les parece un gran invento pero a otros tantos les resulta incómodo? La clave de todo, como siempre, está en la imagen corporativa.

Cuando todas las marcas empezaron a utilizar este tipo de apertura en casi todos sus envases, lo vendieron como una ventaja para el cliente. Hasta cierto punto es verdad: pocas cosas resultan tan molestas como perder el tapón de una bebida que no vas a consumir del todo.

En términos de logística, pegar el tapón a la botella también facilita su transporte y almacenamiento, ya que reduce la posibilidad de que se separen y se pierdan durante el proceso. El tapón permite, además, rellenar la botella y darle una vida útil más larga.

Esto por supuesto tiene consecuencias ambientales positivas. Además, como los tapones (susceptibles a perderse) no son biodegradables, ingentes cantidades de éstos pueden quedar ensuciando la naturaleza durante siglos.

Por todo ello, en un intento de dar a conocer su cara más amigable y verde, las empresas gastan cada año millones de euros en medidas que potencien de manera directa o indirecta su marca. Llegados a este punto, a nadie se le escapa que tanto el ecologismo como el medio ambiente son uno de los temas a la orden del día en cuanto al posicionamiento de un producto. Negro y en botella... Coca-Cola.