El Vaticano alertará de apariciones falsas de la Virgen María a través de un «Observatorio» antifraude

Teólogos y expertos darán una opinión preventiva ante fenómenos místicos que atraigan a peregrinos

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La devota Gisella Cardia rezando a la Virgen de Trevignano ABC/Youtube

Javier Martínez-Brocal

Corresponsal en el Vaticano

Como el Vaticano necesita mucho tiempo para reunir y analizar datos antes de dar un parecer definitivo sobre supuestas apariciones de la Virgen y fenómenos místicos, acaba de lanzar un «observatorio» para alertar rápidamente a los devotos cuando sea necesario desenmascarar a farsantes.

Sucedió ... en tiempos de las apariciones de Fátima y Lourdes, que, aunque fueron consideradas creíbles, desencadenaron una multiplicación de falsos videntes en otros lugares de Europa que atrajeron con falsas historias a curiosos y peregrinos. Pero no es una historia solo del pasado.

Justo en estas semanas, en Italia, a una hora de Roma, unas supuestas apariciones a orillas del lago de Bracciano están en el ojo del huracán. Uno de los seguidores de la vidente Gisella Cardia se arrepiente de haberle entregado 123 mil euros y asegura que todo es un montaje.

Todo comenzó cuando Gisella reveló que una estatua de la Virgen que tiene en casa lloraba lágrimas de sangre. A continuación, el fenómeno derivó en apariciones, que supuestamente se repiten el día 3 de cada mes. Mientras cientos de personas rezan el rosario, la Virgen supuestamente confía un mensaje de corte apocalíptico a Gisella. El obispo aún no se ha pronunciado, pero asegura que está investigando.

Aunque no es el centro del mensaje, la historia tiene elementos de comedia italiana, pues entre los milagros que se atribuye a sí misma la supuesta vidente figura haber cocinado ñoquis para dos personas, y que éstos se multiplicaran y dieran de comer a quince. Dice que algo parecido sucedió con un trozo de pizza para cuatro personas, que comieron 20.

Para evitar que supuestos videntes se aprovechen de la buena fe de otras personas, a partir de ahora, un «Observatorio de fenómenos místicos» lanzado por la Pontificia Academia Mariana se ocupará de analizar e interpretar noticias de apariciones y lacrimaciones como esta, y de locuciones interiores, estigmas y fenómenos místicos ligados a la Virgen María, sobre los que la Iglesia no se ha pronunciado. Además, la Congregación para la Doctrina de la Fe seguirá teniendo la última palabra respecto a la aprobación o condena definitiva.

El presidente de la Pontificia Academia Mariana, el franciscano Stefano Cecchin, dice que es importante «aclarar» estos fenómenos a corto plazo y cortar por lo sano, pues «generan confusión, difunden ansiosos escenarios apocalípticos o incluso acusaciones contra el Papa y la Iglesia».

Entre los miembros de la comisión hay un abogado especializado en fraudes y timos; y un periodista especializado en cuestiones mariológicas. Esta nueva institución se propone además capacitar a obispos y sacerdotes, para que detecten los engaños antes de que sea demasiado tarde.

Criterios para juzgar apariciones

El Vaticano actualizó en 1978 los criterios para valorar la credibilidad de los posibles fenómenos místicos, pero no hizo público el texto hasta el año 2012. El largo proceso puede cerrarse con dos posibles sentencias: «constat de supernaturalitate» y «non constat de supernaturalitate». O sea, «se demuestra la sobrenaturalidad» del fenómeno o «no se demuestra la sobrenaturalidad».

El documento establece los «criterios para juzgar, al menos con cierta probabilidad, el carácter de las supuestas apariciones o revelaciones. El primero es naturalmente la «certeza moral, o al menos gran probabilidad de la existencia del hecho, adquirida mediante una investigación seria». También debe analizar las cualidades del vidente, «en particular, equilibrio psíquico, honestidad y rectitud de vida moral, sinceridad y docilidad habitual hacia la autoridad eclesiástica, aptitud para reanudar un régimen normal de vida de fe, etc».

Añade que el mensaje deberá reflejar una «doctrina teológica y espiritual verdadera y exenta de error», y que debe dar lugar a una «devoción sólida y frutos espirituales abundantes y constantes, como espíritu de oración, conversiones o testimonios de caridad».

Hay también que criterios «negativos» que invitan a desenmascarar al farsante. Por ejemplo, atribuir «errores doctrinales al mismo Dios, o a la Virgen María, o a algún santo», «evidente afán de lucro estrechamente vinculado al hecho»; «actos gravemente inmorales realizados en el momento o con ocasión del hecho por el sujeto o sus seguidores»; «enfermedades psíquicas o tendencias psicopáticas en el sujeto, que con certeza hayan ejercido influencia en el supuesto hecho sobrenatural, o psicosis, histeria colectiva u otros elementos semejantes».

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