¿Te van a quitar tu hámster o tu periquito? Mentiras, verdades a medias y certezas de la ley de Bienestar Animal

Quizá el bulo más extendido es el que habla de las mascotas que se pueden o no tener en casa. A pesar de la entrada en vigor de la ley, el llamado 'listado positivo, que en el futuro determinará las mascotas permitidas, aún no se ha elaborado. Un «comité de expertos» tendrá que establecer en los próximos años seis listas (de mamíferos, reptiles, aves, anfibios, peces e invertebrados) que especifiquen las especies que se podrán comprar. Es un modelo similar al que existe en Bélgica, donde la lista de mamíferos contiene 42 especies permitidas. Figuran ardillas, hurones, conejos, hámsters, caballos, llamas, ciervos, cabras, ovejas, chinchillas, cobayas y degús, además de perros y gatos. En España, los hámsters o los periquitos estarán permitidos «al 100%», aseguraba a ABC el director general de Derechos de los Animales, Sergio García Torres, aunque lo cierto es que todavía está por determinar.

Mientras se crea el 'listado positivo', la ley sí ha incluido una disposición transitoria en la que indica las características de los animales prohibidos. Se trata de artrópodos, peces y anfibios venenosos, también reptiles venenosos o aquellos que superen los dos kilogramos de peso, excepto en el caso de quelonios; todos los primates; mamíferos silvestres que en estado adulto superen los 5 kg y especies incluidas en otra normativa sectorial a nivel estatal o comunitario que impida su tenencia en cautividad. Aquellas personas que tengan un animales con estas características, como podrían ser los cerdos vietnamitas o las serpientes de cascabel, tendrán que comunicarlo a las autoridades en los próximos seis meses. Sin embargo, la ley no dice que los vayan a decomisar, solo que hay que informar a las autoridades.

La ley regula la presencia de animales en romerías, eventos feriados, belenes, cabalgatas y procesiones. Se fijan descansos para los animales y condiciones como la presencia de abrevaderos. Por eso, en condiciones normales no prohíbe la presencia de camellos o caballos en este tipo de eventos. Sin embargo, la ley también dice que «se prohíbe el uso de animales en romerías y eventos feriados cuando se identifique un exceso de temperaturas» y cuando haya pirotecnia. Y, en casos como El Rocío de Sevilla, que se celebra en mayo, podría llegar a darse la circunstancia.

La cría de perros solo podrá ser ejercida por aquellos que estén inscritos y certificados como «criadores profesionales», aunque este paso solo se trata de un trámite burocrático. En caso contrario, el dueño podría enfrentarse a sanciones de entre 500 y 10.000 euros. Según el texto, los dueños no inscritos como criadores tendrán que «adoptar las medidas necesarias para evitar la reproducción incontrolada de los animales de compañía». Es decir, o la esterilización o el control del animal. La esterilización que sí será obligatoria en todos los casos es la de los gatos a partir de los seis meses.

García Torres ha calificado en diversas ocasiones esta afirmación de bulo. Sin embargo, el Consejo General del Poder Judicial advirtió sobre las posibles consecuencias indeseadas de la reforma del Código Penal que acompañaba la ley. El problema de base era extender la protección a «todos los animales vertebrados, de un modo tan amplio», que «sin ninguna limitación en los términos propuestos provocará importantes problemas al resultar difícilmente conciliable con la protección debida a otros bienes jurídicos como la salud pública o el medio ambiente. Se advierte que en más de una ocasión la defensa de estos bienes jurídicos entrará en conflicto con la protección de la integridad física, o incluso de la vida del animal vertebrado», advertía en un informe el CGPJ. Queda en manos de los tribunales.

La palabra zoofilia no parece como tal en la reforma del Código Penal, pero sí se contempla la explotación sexual. El problema en este punto es que para condenar los actos de carácter sexual, el texto lo vincula con la existencia de una «lesión que requiera tratamiento veterinario para el restablecimiento de su salud». Para la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA), esta redacción hace que «cualquier acto de carácter sexual ejercido sobre un animal al que no se provoque una lesión física, quedará despenalizado».