El tren de borrascas eleva el agua de los embalses por primera vez en meses

El tren de borrascas en el que se encuentra inmersa la península ha contribuido con 577 hectómetros cúbicos a los embalses, un ascenso que no se veía desde principios de año. Ni siquiera la destructiva DANA de septiembre logró revertir la tendencia descendente de los embalses, ya que esa semana el agua almacenada cayó un 0,1%.

Pero la borrasca Aline dejó el jueves récords históricos de lluvia en Cáceres, Madrid y Segovia, entre otros lugares. Y ha sido seguida de Bernard. Ahora, la subida de los embalses es la mayor vista desde la última semana de enero, que entonces fue de 1.343 hm3, según Servimedia. Interrumpen siete meses de descensos semanales de agua casi consecutivos, iniciados a finales de marzo y solo interrumpidos por una breve subida a mediados de junio, que sirvió especialmente para humedecer el suelo y evitar grandes incendios forestales en la Península en verano.

Pese a esta subida de los embalses, España está sumida en una sequía de larga duración. Las cuencas del Guadalquivir y Guadiana sufren la sequía más larga desde que hay registros (1961) y en la cuenca del Pirineo oriental se trata de la más intensa. Todo apunta a que el otoño será húmedo. «Aliviará la situación de sequía, pero para acabar con una sequía de larga duración no bastaría con que fuera lluvioso», explicó el portavoz de la Agencia Estatal del Meteorología (Aemet), Rubén del Campo, con motivo del balance estacional del verano. Para acabar con la sequía, el otoño tendría que ser excepcional.