Una trabajadora demanda a su jefe por acoso sexual por enviar 'xx' en un correo electrónico
La gerente de proyectos de la oficina de Londres de 'essDOCS' presentó una denuncia ante el tribunal laboral alegando acoso sexual, discriminación y despido injustificado
Una demanda colectiva da pie al primer juicio por daños por la vacuna del Covid-19
Debemos tener cuidado con lo que enviamos por correo electrónico en el trabajo, ya que nunca se sabe cómo lo percibirán nuestros compañeros de trabajo o nuestro jefe. En ese sentido, la trabajadora británica Karina Gasparova, demandó a su jefe, Aleksander John Goulandris, por ... acoso sexual al afirmar que quería tener una relación sexual con ella debido a la forma en que escribía los correos electrónicos que le mandaba.
Según relató la BBC, Gasparova, gerente de proyectos en la oficina de Londres de 'essDOCS', afirmó que su jefe le envió correos electrónicos ofensivos con términos como 'xx', 'yy', '????' y renombró un archivo con sus iniciales 'AJG', que, según la demandante, es una abreviatura de «A Jumbo Genital» (genital gigante).
Gasparova presentó la denuncia ante un tribunal laboral contra la empresa, alegando acoso sexual, discriminación y despido injustificado. Sin embargo, el Tribunal Central de Londres desestimó sus acusaciones y encontró que su interpretación de los hechos era una «percepción sesgada» y que estaba tratando de encontrar un «motivo siniestro» en ellos.
«Solo quería sexo»
Durante sus alegaciones ante el jurado, Gasparova relató como su supervisor insinuó sus deseos de «participar en actos sexuales» con ella mediante las conversaciones de trabajo que mantenían por correo electrónico desde que comenzó a trabajar en la empresa, en noviembre de 2019. Al describir el contenido de los correos electrónicos, Gasparova afirmó que 'xx' representaba besos, 'yy' contacto sexual y '????' fue una pregunta solicitando «cuándo estaría lista» para tener relaciones con él, reveló el informe. También dijo que su superior estaba tratando de «conversar con ella» mientras hablaban de negocios en una llamada de trabajo porque se pasaba las manos por el pelo y la «miraba fijamente», según reveló ante el tribunal laboral.
Asimismo afirmó que, en noviembre de 2019, Goulandris le tocó la pierna por debajo de la mesa y que «la miró fijamente», dejándola «ansiosa e incómoda». Tras esta afirmación, el tribunal dictaminó que el incidente ocurrió pero que había sido accidental y era de naturaleza «inocua». La misma conclusión a la que llegaron cuando la demandante reveló que Goulandris le tocó la mano cuando este señaló el ratón de su ordenador.
Por otro lado, Gasparova confesó haberle invitado a almorzar en septiembre de 2020 «para tener un poco de paz», sin embargo, él rechazó su oferta. Respecto a esta alegación, Gasparova le dijo al tribunal que esto se debía a que «el almuerzo involucraba romance y él solo quería sexo».
Además reveló que, en ese mismo mes, cuando Goulandris le preguntó por la fecha de finalización de un proyecto, él estalló en gritos con una «voz extremadamente enojada» y que le dijo: «Necesito fecha, fecha, fecha». La demandante interpretó eso como que le había preguntado «la fecha exacta en que finalmente estaría de acuerdo en tener contacto sexual con él». Sin embargo, el tribunal determinó que se trataba de una solicitud legítima de información y que no indicaba nada sexual.
Por último, la jueza laboral Emma Burns reveló que Gasparova «demostró una tendencia a hacer acusaciones extraordinarias sin evidencia y se contradijo a sí misma», a lo que añadió: «Gasparova interpretó una conducta completamente inocente relacionada con el trabajo, parte de ella accidental, como si tuviera una intención siniestra». Razón por la que el jurado finalmente desestimó su caso y le ordenó pagar 5,000 libras (5,770 euros) a la empresa en compensación.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete