Tordesillas cambia el Toro de la Vega por un encierro que el Gobierno vigilará de cerca

Será el protagonista de un encierro mixto, primero por las calles de la localidad vallisoletana y después por el campo una vez superado el puente medieval sobre el río Duero. Y también de nuevo será el epicentro de la polémica en torno a un festejo sobre el que los antitaurinos pusieron hace años sus ojos y al que han resituado en el foco, logrando que la Justicia tumbara de manera cautelar el pasado viernes el renovado torneo. Así que un encierro mixto, tal y como se celebró entre 2016 y 2019 -hasta la irrupción de la pandemia-, entonces bajo la denominación de Toro de la Peña para intentar diferenciarlo, es la única vía que ha encontrado el Ayuntamiento de la Villa del Tratado para uno de sus días grandes.

'In extremis', ayer presentó la nueva petición y por la tarde obtuvo el visto bueno de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León. Los corredores, a pie o a caballo, no podrán ni alancear al astado -como se hacía según el dictado de la tradición- ni clavar las divisas sujetas a un arpón -un máximo de siete por un máximo de 50 participantes- que planteaba la nueva ordenanza municipal. El fallo del TSJ prima el bienestar animal, apela a que la legislación europea considera a los animales «seres sensibles» y asume que «comporta un sufrimiento y maltrato al toro que, según la parte recurrente, puede incluso causarle la muerte».

El Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (Pacma) llevó a los tribunales el festejo previsto por el Ayuntamiento, con el que trata de recuperar la esencia del torneo. Sin embargo, ha chocado de nuevo con la Justicia y vuelve a desatar la polémica. Desde el Consistorio tachan de «ideológica» la decisión del TSJ regional, mientras desde el Gobierno volvieron a echar ayer leña al fuego.

Si el jueves, el Ministerio de Derechos Sociales presentó ante la Fiscalía de Medio Ambiente un escrito para que paralizase de forma cautelar la celebración, pero no encontró aval, ayer volvió a meter su puya. El departamento que dirige Ione Belarra solicitó al Ministerio del Interior y a la Delegación del Gobierno en Castilla y León que garanticen el cumplimiento de la decisión judicial, informa Daniel Verdú. No hay registradas comunicaciones de manifestación o concentración para hoy en Tordesillas. «Oficialmente no se va a poder», reconocen desde Pacma, tras la negativa a otras protestas.

En el pueblo, asumen, «hay un fuerte sentimiento de aprecio» al festejo y «no» se puede garantizar su seguridad». «Otra cosa es que personas voluntariamente» acudan hoy a la villa vallisoletana, que de nuevo llega al martes posterior al 8 de septiembre (el día del festejo) con la capa de la controversia.