La ciencia acaricia la píldora anticonceptiva masculina

Un estudio publicado por investigadores del 'Dana-Farber Cancer Institut', y el Colegio Baylor de Medicina, en la revista 'Cell', podría ser la esperanza para los expertos y científicos de distintos ámbitos. Ese rayito de luz dentro de un túnel incierto son un grupo de ratones machos de laboratorio que han demostrado a los responsables de la investigación que existe un método anticonceptivo masculino reversible.

El compuesto responde al nombre de JQ1 y actúa mediante la penetración en la sangre que circula por los testículos y desde ahí altera la espermatogénesis, el mecanismo encargado de la producción y maduración de espermatozoides a través del semen. Los científicos observaron que al administrar la fórmula disminuía el número y la calidad de los espermatozoides, y que al dejar el tratamiento con la misma, se reanudaba la producción de esperma con niveles normales de un macho fértil. La sorpresa fue mayúscula cuando se dieron cuenta de que el JQ1 no afectaba a la testosterona de los roedores, a la conducta de apareamiento, o a la salud de las crias concebidas tras dejar de ingerirlo.

En el estudio, los ratones que recibieron la medicación tenían menores niveles de esperma, y sus espermatozoides eran menos móviles que los de los que no habían recibido la molécula. Esto descubrió que los tratados con JQ1 fueran infértiles.

Los inicios de la administración de JQ1 son bien distintos a este uso. En un primer momento fue sintetizado originalmente en el instituto dedicado al estudio sobre el cáncer, Dana-Farber, para bloquear el gen BRD4 (causante de esta enfermedad). El compuesto ha demostrado ser eficaz en casos de tumores cancerígenos de pulmón o leucemia, entre otros.