Raissa, la rapera musulmana perseguida por quitarse el hiyab: «Soy más que un velo»

«Han sido días muy complicados, me gusta hablar sobre temas con los que convivo, no me considero una activista, solo una persona con la libertad de expresar y vivir libremente», aclara a ABC, la cantante Miss Raissa. Los insultos degradantes y las serias amenazas que sufrió le produjeron fuertes ataques de ansiedad, que nunca antes había sufrido. «Estoy acostumbrada al 'hate', pero estas amenazas fueron más allá. Tuve miedo, filtraron videos míos cerca del colegio de mi hija. Poco a poco estoy dejando atrás el temor, ya no pienso a diario que alguien pueda hacer daño a mi familia o que cualquiera me esté grabando por la calle como hasta hace poco pensaba», añade Raissa.

La joven afirma que tras las amenazas se planteó dejar las redes sociales porque no le compensaba tanto sufrimiento: «Había gente que le daba la razón a esa persona, que querían mi decapitación solo por hacer un llamamiento al criterio propio y a respetar la sexualidad del de al lado», afirma. Considera que muchas personas se sienten molestas con su mensaje de libertad porque interpretan la Fe 'a su forma'.

No solo la defensa de la comunidad LGTB le ha traído problemas, cree que los musulmanes le han utilizado para beneficiarse y han arrojado sobre ella expectativas y exigencias que le pesaban, de las que ella no quería formar parte. «Cuando decidí subir un video quitándome el velo recibí muchas críticas. Quería huir y desvincularme de tantas exigencias y de lo que implica llevarlo, porque parece que representas a una comunidad, y yo solo me represento a mi. Siempre he defendido la libertad de cada mujer de llevar o no el velo», explica. Afirma que cada persona ha interpretado su decisión de forma diferente, pero que especialmente los musulmanes le han acusado de usar la religión para ganar fama.

Se muestra frustrada con la manipulación de algunos usuarios que aseguraban que había dicho que el velo era un mero trapo « Lo que verdaderamente dije que 'soy más que un velo'.

Se muestra muy agradecida con el trato que ha tenido por parte de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, la policía le ha brindado acompañamiento en todo momento. A día de hoy y por seguridad tiene un coche patrulla al lado de su casa realizando labores de vigilancia. «Cuando detuvieron al hombre, me llamó personalmente el inspector para informarme», comenta agradecida.

Le preocupa que la comunidad musulmana sea tan fundamentalista en ciertos aspectos: «Por mucho que hablemos en un contexto occidental, se esconde la realidad de que muchas mujeres son obligadas a ponerse un velo. Cuando te pones el velo eres aplaudida pero cuando te lo quitas juzgada. En redes este acto sentó aún peor que mi defensa al colectivo LGTB, a los dogmáticos les duele porque sienten que han perdido a una de los suyos. Cuando con 12 años me lo puse, mis amigas españolas me preguntaban por qué lo hacía, a la hora de quitármelo, los que me han juzgado son los musulmanes. Siempre es una decisión controvertida y más cuando por dedicarte a la música ponen tu estilo de vida en duda o te dicen que no has aguantado, que eres una decepción o quieres mostrar tu belleza».

Ahora quiere centrarse en sí misma, en la música y en su segundo libro «Voy a escribir sobre la historia de mi vida, va a ser un manifiesto y toda una declaración de intenciones. También tendré conciertos en Gran Canarias, Barcelona y Madrid, estoy centrada en experimentar con mi voz, en grabar y en quitarme el miedo y las inseguridades».