¿Pueden los perros resfriarse? Cómo proteger a tu mascota del frío y las enfermedades invernales
Tos de las perreras, moquillo o artritis son algunas de las enfermedades más comunes en los meses de invierno en perros y en días frío o en aquellos día en que el tiempo cambia de manera brusca
Tu mascota sabe si estás triste o feliz (y esto es lo que hace al notarlo)
Madrid
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Iniciar sesiónEn estos tiempos extraños en que unos días ya estamos en primavera y otros sin embargo nos devuelven al frío invernal, las enfermedades respiratorias, articulares y dérmicas se presentan con bastante frecuencia. Los perros, a imagen y semejanza de las personas, pueden sentir frío, ... especialmente los de razas pequeñas, pelaje corto, cachorros y perros mayores. En estos días tan cambiantes, se recomienda ajustar las rutinas de paseo y fomentar el ejercicio en interiores.
Desde Purina lanzan las siguientes cuestiones: ¿Pueden resfriarse los perros?, ¿Los perros pueden contagiarse de los humanos? ¿Pueden los perros coger la gripe? Los perros no se resfrían de la misma manera que los humanos y tampoco pueden contraer el virus del resfriado que causa los síntomas en los humanos.
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Cuidado con la gripe canina
Sin embargo, los perros pueden contraer infecciones por el virus de la gripe que provocan síntomas similares a los de un resfriado, como estornudos y congestión. Y, de la misma manera que nosotros no les contagiamos, estos 'resfriados de perros' tampoco son contagiosos para nosotros. Si el socio humano tiene un resfriado o tos, es posible que le preocupe transmitirle la enfermedad a su perro, pero no hay que preocuparse por ello porque esto no es posible. A los perros no les afecta el virus del resfriado común que contagia a los humanos. Los perros tampoco pueden sufrir el mismo tipo de gripe que los humanos, pero sí pueden contraer la gripe canina.
Los síntomas son relativamente similares a los de la gripe en humanos, pero tienen una causa diferente. Su perro puede experimentar lo siguiente: estornudos , secreción nasal, tos, letargo, falta de apetito y fiebre. La gripe canina se transmite fácilmente entre perros una vez que han estado expuestos a la enfermedad y, según Pets Web MD , si tu perro está expuesto a un perro infectado, las posibilidades de que la contraiga son muy altas.
Aunque los humanos no podemos contagiarnos con la gripe canina, si has estado en contacto con un perro infectado, existe la posibilidad de que se la transmitas a tu perro. La gripe canina puede sobrevivir unos minutos en la piel, pero hasta un día en la ropa. Si estás cerca de un perro infectado, asegúrate de cambiarte de ropa antes de ver a otros perros y lávala.
Bajada repentina de temperaturas
Los cambios de tiempo y la bajada de las temperaturas, proteger a los perros del frío y la humedad se convierte en una prioridad para garantizar su bienestar y salud. Está demostrado que las enfermedades respiratorias, articulares y dérmicas son más comunes en esta época del año, siendo algunas de las más comunes:
Las enfermedades más comunes
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La traqueobronquitis infecciosa (tos de las perreras)
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El moquillo canino (en cachorros)
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Las infecciones fúngicas en la piel
En palabras de Ana Ramirez para ABC Mascotas, la directora técnica veterinaria de Kivet, «Nuestros peludos, igual que nosotros, pueden sentir frío, por eso es importante protegerlos de la humedad, la lluvia o la nieve». -y añade- «No se trata de una cuestión de gustos o tendencias; el frío puede afectar seriamente su salud, especialmente en determinados grupos de riesgo».
¿Qué perros necesitan más protección?
Aunque todos los perros pueden verse afectados por las bajas temperaturas, hay algunos que requieren una atención especial.
Los perros que necesitan más protección
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Las razas pequeñas y los perros de pelaje corto como chihuahuas o galgos, por ejemplo, son especialmente vulnerables porque su manto no les proporciona el aislamiento térmico necesario frente al frío y la humedad. Esto se debe a que su pelaje, a diferencia del de razas adaptadas a climas fríos, carece de la densidad y longitud suficientes para retener el calor corporal.
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Los cachorros y los perros mayores presentan una capacidad de termorregulación limitada. En el caso de los más jóvenes, su organismo aún no ha desarrollado completamente los mecanismos que les permiten mantener una temperatura corporal estable. En los perros senior, el envejecimiento provoca una disminución de esta capacidad, además de que pueden sufrir dolencias articulares que se agravan con el frío.
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Tampoco se debe pasar por alto a los perros que padecen enfermedades crónicas, especialmente aquellas relacionadas con el aparato respiratorio o el sistema locomotor. En estos casos, la exposición al frío puede agravar sus síntomas o incluso desencadenar complicaciones más serias. «La ropa de abrigo tiene que ser cómoda y debe utilizarse en situaciones justificadas, ya que de lo contrario puede ser contraproducente», advierte Ana Ramírez, resaltando la importancia de elegir prendas que no restrinjan la movilidad del perro ni le provoquen incomodidad.
Máxima observación
Ana Ramírez recomienda de manera insistente «observar el comportamiento del perro; si tiembla, busca refugio en lugares cálidos o muestra rigidez al caminar o similares, es probable que necesite protección adicional contra el frío». Como cada vez el clima es más cálido, incluso en épocas que se suponen frías, la humedad aumenta. Esto, le puede provocar inflamaciones como otitis e incluso dolor de articulaciones o artrosis. A la vez, puede afectar a su conducta, volviéndole más apático o menos enérgico de lo normal.
De hecho, en los humanos, existe el SAD (Sesasonal Affective Disorder), un trastorno afectivo estacional que también se replica en nuestras mascotas y que justifica este cambio de comportamiento. En la actualidad, en un mismo mes, encontramos contrastes de temperaturas que provocan que su sistema inmune se debilite, cogiendo resfriados. Además, este cambio de temperaturas ha provocado la migración de moscas y mosquitos que antes no existían en España, portando parásitos como los GUSOCs (gusanos del ojo y del corazón) que transmiten las enfermedades Thelazia y Dirofilaria. La del gusano del ojo puede generar conjuntivitis o ceguera temporal a tu peludo. La del corazón puede provocarle insuficiencia cardiaca e incluso la muerte del animal.
No solo vestidos
Proteger del frío a los perros no se limita solo a vestirlos con ropa adecuada; también es importante ajustar su rutina diaria para minimizar los riesgos asociados a las bajas temperaturas. Los paseos, por ejemplo, deben programarse en las horas más cálidas del día, evitando las primeras horas de la mañana o las noches, cuando el frío es más intenso. Además, es recomendable reducir la duración de estos paseos en los días de temperaturas extremas, aunque manteniendo la frecuencia para que el perro pueda realizar sus necesidades y ejercitarse. Dentro de casa, se pueden fomentar actividades que mantengan al perro activo y estimulado.
Los juegos interactivos, ejercicios de olfato o pequeños circuitos de agilidad en interiores son excelentes opciones para que liberen energía sin necesidad de exponerse al frío. Por otro lado, si el perro se moja durante un paseo bajo la lluvia o la nieve, es fundamental secarlo bien al regresar a casa, prestando especial atención a las patas, el abdomen y las orejas. Esto no solo previene resfriados, sino también la aparición de hongos o irritaciones en la piel debido a la humedad.
Curiosidades perrunas
Aunque muchos piensen que los perros están naturalmente preparados para soportar el frío, lo cierto es que también pueden sufrir hipotermia, una condición potencialmente grave si no se detecta a tiempo. Según la American Veterinary Medical Association (AVMA), la hipotermia en perros puede manifestarse con temblores, somnolencia, rigidez muscular e, incluso, en casos extremos, fallos en órganos vitales.
Además, aunque algunas razas nórdicas están genéticamente adaptadas a climas fríos, la mayoría de los perros domésticos no están preparados para resistir temperaturas extremas durante largos periodos. Incluso perros con doble capa de pelaje pueden necesitar protección extra si están expuestos de forma prolongada al frío, especialmente si viven en entornos urbanos donde el viento y la humedad intensifican la sensación térmica.
Otra curiosidad es que la moda de vestir a las mascotas con prendas similares a las de los humanos ganó popularidad a principios del siglo XIX en Gran Bretaña, cuando la princesa Victoria, heredera al trono, comenzó a vestir a su cocker spaniel con modelos que replicaban aquellos de la realeza. Durante ese siglo, la moda animal fue sorprendentemente rentable dentro del mundo de la artesanía.
El desajuste de temperatura afecta su metabolismo, comportamiento e incluso hábitos de alimentación.
La tos de la perrera, también conocida como enfermedad respiratoria infecciosa canina, anteriormente traqueobronquitis infecciosa canina, es una infección de las vías respiratorias superiores que afecta a los perros. Es una enfermedad de aparición aguda, localizada en las vías aéreas y producida por varios agentes infecciosos entre los que destacan: la Bordetella bronchiseptica, el adenovirus canino tipo 2 y el virus de la parainfluenza. ¿Cómo se contrae? Los signos clínicos suelen aparecer entre 3 y 10 días post contacto con un perro con esta enfermedad y suele ser diseminada a través de tos o estornudos. También se puede contraer si se comparten alimentos o platos de comida o agua que han tenido contacto con un animal afectado.
¿Qué es el moquillo canino?
El moquillo canino o distemper, es una enfermedad infectocontagiosa de origen viral de alta morbilidad y mortalidad para los perros domésticos. El moquillo afecta principalmente los aparatos respiratorios y digestivos, aunque en casos avanzados también afecta el sistema nervioso. ¿Síntomas? Fiebre alta y malestar general. Problemas gastrointestinales como vómitos, diarrea y deshidratación.
Síntomas respiratorios como secreción nasal, amigdalitis y neumonía. Alteraciones nerviosas centrales como calambres, ceguera y temblor muscular. La vacuna contra el moquillo canino está incluida en una vacuna combinada que también protege a los perros contra algunos otros virus caninos comunes. Esta vacuna se considera «esencial» y se recomienda para todos los perros.
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