El feminismo esconde los casos de Errejón, Monedero y Ábalos en un 8-M bajo el paraguas

Dudaron hasta el final por el mal tiempo, pero la Comisión 8M, organizadora de la primera marcha feminista del día, echó a andar a mediodía desde Atocha hasta la Plaza de España. La organización cifró la asistencia en 80.000 personas (bastante menor que el dato del año pasado, cuando se estimaron 500.000 participantes); muy por encima de los datos de la Delegación del Gobierno, que situó a 25.000 personas siguiendo el recorrido (5.000 menos que hace un año).

Abrigos y gorros morados para resistir al frío y entre la multitud pasada por agua las dirigentes del PSOE, Sumar y Podemos, que estos días hacen frente a dichas tormentas, así como la ministra de Igualdad, la socialista Ana Redondo, que ha participado por primera vez en las dos protestas feministas y pidió unidad para el movimiento.

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Patricia Romero

La Comisión 8M aupó sus postulados regulacionistas de la prostitución y su defensa de la autodeterminación de genero y la 'ley trans' aprobada por la exministra de Podemos Irene Montero.

Por la tarde, el Movimiento Feminista de Madrid, que ha salido de la Plaza de Cibeles hasta la Plaza de España, ha dejado claro su carácter abolicionista y ha coreado contra la ley trans. No han faltado en esta protesta críticas a PP y Vox, pero también a PSOE y Podemos, a los que consideran cómplices de políticas que contribuyen «al borrado de la mujer». A Sumar ni siquiera se le ha mencionado en el manifiesto inicial de la por la tarde. En total han acudido 9.500 mujeres, según la Delegación del Gobierno, frente a las 4.000 del año pasado. Las convocantes hablaban de 20.000.

El PP ha encontrado espacio en el recorrido del Movimiento Feminista de Madrid. La vicesecretaria de Igualdad, Conciliación y Política Social del PP, Ana Isabel Alós, y el portavoz de Igualdad en el Congreso, Jaime De los Santos, han dicho que la marcha de por la mañana «no fue feminista» y la han tildado de «farsa». Y Alós ha soltado que «el Gobierno que protagoniza esta marcha (la de la mañana) es el que más ha perjudicado a las mujeres en la historia». También han asegurado que si llegan al gobierno seguirán protegiendo a las personas transexuales, pero modificarán la ley trans para «proteger a las mujeres».

La ministra de Igualdad ha participado en las dos marchas feministas de Madrid, algo inédito, ya que las asociaciones son críticas entre sí desde que se dividió el movimiento feminista por desavenencias con las políticas de Podemos al frente del Departamento de Igualdad. Pero el PSOE se esfuerza por demostrar capacidad de encuentro. «Hay muchas más cosas que nos unen que las que nos separan y es importante que estemos unidas. Aunque cada una tenga sus propios acentos o sus propias prioridades, pero lo importante es estar en la calle», ha dicho la ministra.

Los escándalos por las presuntas agresiones sexuales de los fundadores de Sumar y Podemos, así como la informaciones sobre pagos a 'escorts' del exministro socialista han hecho que estos partidos pasen de puntillas por la semana del Día Internacional de la Mujer, bandera identitaria para la izquierda. Han evitado menciones a los casos de acoso sexual.

Podemos ha usado el gasto en defensa contra el Gobierno. La exministra de Igualdad y eurodiputada de Podemos, Irene Montero, ha cargado contra el presidente del Gobierno por querer acelerar el aumento del gasto en Defensa para lograr el objetivo de llegar al 2% del PIB antes de 2029. «Las feministas reclamamos el no a la guerra y diciéndole al señor de la guerra, Pedro Sánchez junto a Von der Leyen, y a las élites occidentales que queremos paz. Más seguridad se consigue con más servicios públicos y no con más armas», ha dicho Montero.

Y en Sumar se han centrado en apuntar a la derecha y a la extrema derecha como la amenaza. «Frente a los que han tomado la bandera del odio contra las mujeres y frente a los que quieren convertir el feminismo en una lucha de sexos, les decimos que ni un paso atrás», ha dicho la vicepresidenta segunda del Gobierno y líder del partido, Yolanda Díaz, acompañada de su compañera de coalición y ministra de Sanidad, Mónica García.

Hace unos días, Díaz admitió que hechos como los de Errejón y Monedero «hacen muchísimo daño» al feminismo y a la izquierda, eso sí, apostilló que la violencia machista es «transversal» y «no va de partidos». Ambas protestas han trascurrido sin incidentes.