La COP28 alumbra un fondo para compensar a los países vulnerables por los daños del clima: suma 300 millones en 20 minutos

 La creación de este fondo era una petición histórica de los países menos desarrollados, que pese a haber contribuido muy poco al calentamiento global, ahora se llevan la peor parte en forma de fuertes inundaciones, huracanes o el aumento del nivel del mar.

El año pasado, la COP27 acordó la creación de este mecanismo en el plazo de un año. Fue una batalla complicada: Estados Unidos, Japón o la UE se resistían a crear un fondo específico. Por una parte, temían sentar la base a que les reclamaran eternamente responsabilidades por los estragos del clima. Por otra, pedían reconsiderar las reglas del juego y tener en cuenta la capacidad económica actual de los países, no las que había hace 30 años cuando se fundó esta convención –ya que entonces países como China se verían excluídos de aportar al fondo–.

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Ahora, en Dubái, tocaba terminar el trabajo: decir qué institución canalizará el dinero, quién debe aportar fondos (países, pero también fuentes alternativas) y quiénes serán los receptores de ese dinero. Finalmente, el texto nombra al Banco Mundial como gestor interino del fondo durante los próximos cuatro años, como querían los países desarrollados. A él contribuirán de forma voluntaria los países desarrollados, pero también se anima a que «otras partes» hagan contribuciones, lo que deja el fondo abierto a las aportaciones de países como China. También se «invita» a organismos de la ONU, bancos multilaterales de desarrollo y organismos bilaterales a aportar dinero a partir del próximo año.

«Hoy hemos hecho historia. Es la primera vez que una decisión se toma el primer día de una COP», ha dicho el presidente de la cita, el sultán Al Jaber, en la sesión inaugural de la cumbre. El acuerdo fue posible gracias al trabajo a lo largo del último año de una comité de transición, que había estado cerrando los detalles.

El establecimiento del fondo permite a todos los actores comenzar a comprometer dinero durante la COP28. Así lo hicieron, minutos después del acuerdo, Emiratos Árabes Unidos (100 millones de dólares), Alemania (otros 100 millones de dólares), Reino Unido (60 millones de libras), Estados Unidos (17 millones de dólares) y Japón (10 millones de dólares). Se prevé que entre el viernes y sábado más países anuncien nuevas aportaciones. Así lo harán los estados miembros de la Unión Europea, ya que anunciarán hasta 250 millones de euros (incluyendo los cien de Alemania) en la jornada de alto nivel prevista para estos dos días.

Madeleine Diouf Sarr, presidenta del grupo de países menos avanzados (que representa a 46 de las naciones más pobres) celebró la decisión porque tiene «un significado enorme para la justicia climática». «El trabajo está lejos de haber terminado», apuntó Pa’olelei Luteru, presidente de la Alianza de Pequeños Estados Insulares (Aosis), otros de los posibles receptores. «No podremos descansar hasta que este fondo esté adecuadamente financiado y empiece a aliviar realmente la carga de las comunidades vulnerables».

La adopción del texto crea una base de entendimiento para las conversaciones climáticas de las próximas dos semanas, que tienen por delante cuestiones todavía muy polémicas. Es el caso del debate sobre la reducción o eliminación de los combustibles fósiles, que dominará las negociaciones, o la necesidad de acelerar los esfuerzos para limitar el aumento de las temperatura global.