Por qué es festivo hoy, 8 de diciembre, Día de la Inmaculada Concepción, y qué se celebra

Justo al caer en este día de la semana, muchas personas han aprovechado para juntarse cuatro días libres. El pasado 6 de diciembre se celebró el Día de la Constitución Española y, este día 8, tiene lugar la celebración del Día de la Inmaculada Concepción.

Este día lleva siglos celebrándose en nuestro país, algo de lo que quizá muchas personas no son conscientes. Para saber el por qué se celebra el Día de la Inmaculada Concepción como festivo, debemos acudir a qué marcó su origen. Lo primero a indicar es que se trata de una fiesta de carácter religioso que hace referencia a la concepción de la Virgen María, nacia sin pecado ni culpa hasta su muerte, tal como indica el dogma de la Iglesia Católica recogido el 8 de diciembre de 1854.

Se dice que este 8 de diciembre fue escogido porque la Virgen María nació un 8 de octubre y que, por tanto, se calcula que fue concebida el 8 de diciembre, al contar los nueve meses de gestación antes de que nazca cualquier persona. El origen de la fiesta religiosa dataría del siglo XIX, pero en España se lleva celebrando desde 1644.

Pero no solo estos hechos marcaron la importancia de la Virgen Inmaculada Concepción, si no que también se le atribuye un milagro, el de la Batalla de Empel, que sucedió entre los días 7 y 8 de diciembre de un 1585 en la conocida como guerra de los Ochenta Años. Se dice que un soldado encontró una figura de la Inmaculada Concepción mientras cababa una trinchera, y los soldados rezaron encomendándose a ella porque tenían una situación muy difícil para ganar la batalla.

A la mañana siguiente, se descubrió que el río cercano al campo de batalla se había congelado, con un viento repentino y muy frío, lo que permitió que las tropas españolas pudieran huir por el hielo y atacar por sorpresa a sus enemigos, consiguiendo ganar un combate sobre el que no tenían muchas posibilidades al principio.

Como indicamos, hasta 1644 no se empezó a celebrar esta fiesta, conmemorando el milagro de Empel, y no fue hasta 1854 que el Papa Pio IX, a través de la carta apostólica 'Ineffabilis Deus' declaró el dogma de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. «Fue España la nación que trabajó más que ninguna otra para que amaneciera el día de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María», indicó el pontífice el 8 de diciembre de 1857 en la inauguración de un monumento a la Inmaculada en la Plaza de España, en Roma.