El Papa retoma el trabajo poco a poco pero evita rezar el Ángelus desde la ventana

«Es evidente que un gran grupo parlamentario debe prever un cierto pluralismo interno», ha constatado. «Sin embargo, en ciertas cuestiones en las que están en juego valores éticos primordiales y puntos importantes de la doctrina social cristiana, es necesario estar unidos», les ha pedido. «Esto exige reflexionar sobre la formación permanente de los parlamentarios», para «profundizar y debatir las cuestiones éticamente más relevantes».

En su opinión, «el político cristiano debe distinguirse por la seriedad con la que afronta las cuestiones, rechazando soluciones oportunistas y manteniéndose siempre firme en los criterios de la dignidad de la persona y del bien común».

Francisco evita entrar en cuestiones polémicas, y menciona los «principios de solidaridad y subsidiariedad». Por separado, pueden compartirse con otras corrientes, «pero el entrelazamiento de ambos, el hecho de activarlos juntos y hacerlos funcionar de manera complementaria, es propio del pensamiento social y económico de inspiración cristiana, y por tanto se confía particularmente a su responsabilidad».

El Papa les pide recordar «cómo nació la Europa unida», tras la «tragedia de las guerras del siglo XX». «¿Qué inspiraba el trabajo gradual y paciente de construcción de una Europa unida, primero en ámbitos particulares y luego cada vez más generales? ¿Qué ideal, sino el de generar un espacio en el que los pueblos pudieran vivir en libertad, justicia y paz, respetándose en la diversidad? Hoy este proyecto se ve puesto a prueba en un mundo globalizado, pero puede relanzarse inspirándose en la idea original, más pertinente y fecunda que nunca no sólo para Europa, sino para toda la familia humana», sugiere.

Francisco lamenta que la participación en las elecciones europeas ha disminuido mucho a lo largo de los años, pues «con el paso del tiempo, el interés decae»; y por eso les ha solicitado que «cuiden bien la relación entre los ciudadanos y los parlamentarios». «Es un problema clásico de las democracias representativas. Y si ya es difícil mantener vivo el vínculo dentro de cada país, con mayor razón en el caso del Parlamento Europeo, que está aún más 'alejado'. Pero, hoy en día la comunicación puede ayudar mucho a superar las distancias», ha escrito.

Ha sido el primer domingo que el Papa Francisco falta a su cita con el Ángelus. Tal y como los médicos le aconsejaron el sábado, no ha salido a la ventana de su habitación en el Hospital Gemelli de Roma para rezarlo con los peregrinos, y lo ha hecho «en privado» desde la capilla que hay en el apartamento que usa en esta clínica. No ha sido sustituido ni con una grabación para Radio Vaticana, ni con una conexión en directo desde su capilla.

El Papa, que fue operado el pasado miércoles de una 'hernia encarcelada' en el abdomen, ha aceptado la sugerencia de los doctores de evitar cualquier esfuerzo, aunque según fuentes de Casa Santa Marta, no ha sido una decisión fácil. Tampoco ha podido celebrar la misa, pero «la ha seguido en directo por televisión y luego ha recibido la Eucaristía». Tras la misa, «se dirigió a la capilla del apartamento privado que ocupa, donde se recogió en oración para el Ángelus». En paralelo, algunas decenas de personas se congregaron en la explanada del Hospital Gemelli para unirse a su oración.

Según su portavoz, «a continuación, ha almorzado junto a quienes le asisten durante estos días», en referencia a los médicos, su auxiliar sanitario personal, enfermeros, auxiliares y agentes de la Gendarmería Vaticana. Francisco, que se operó el miércoles por la tarde, está siguiendo desde ayer una dieta semilíquida muy suave.

«El equipo médico informa que el curso postoperatorio del Papa Francisco es regular», recita el boletín publicado este domingo a las 13:00 por el Vaticano. El Pontífice no tiene fiebre y «la situación hemodinámica es estable». Añade que el sábado empezó a recibir «fisioterapia respiratoria», pues los músculos del abdomen se vieron implicados en la operación, «y continuó movilizándose».

El Papa tampoco podrá participar en la tradicional procesión del Corpus Christi que se celebra en muchas ciudades este domingo, aunque lo cierto es que no aparecía en su agenda, y no ha participado desde que estalló la pandemia de covid.