El Papa invoca a la Virgen para dar al mundo la paz y pide rezar por el pueblo ucraniano
Recuerda a todos los que no pueden permitirse unas vacaciones y aquéllos que están solos
Sergio mora
El Vaticano
Mientras la guerra arrecia en diversas partes del mundo, la pandemia sigue cobrando víctimas, la hambruna azota regiones como Somalia, el Papa Francisco invitó a interrogarse ¿me dejo atrapar por el pesimismo o, como la Virgen, soy capaz de distinguir la obra de Dios ... que, a través de la mansedumbre y la pequeñez, realiza grandes cosas?
Lo indicó este lunes con motivo de la oración del Ángelus que rezó desde la ventana de su estudio en el Vaticano, en la solemnidad de la Asunción de la Virgen María, señalando que el canto del Magnificat «lo podríamos definir como el canto de la esperanza».
Durante sus palabras invitó también a visitar en esta festividad algún santuario mariano; recordó que en Roma «tantos peregrinos van a 'Santa María Maggiore'», donde se encuentra una imagen de «la Reina de la Paz». Y añadió: «Sigamos invocando la intercesión de la Virgen para que Dios dé al mundo la paz y recemos en particular por el pueblo ucraniano».
Ricos y pobres
Al explicar el canto del Magnificat el Pontífice planteó: María al decir «derribó del trono a los poderosos, enalteció a los humildes, colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías», no estaría exagerando, visto que «el temible Herodes, por ejemplo, se mantenía firme en su trono. Y los pobres y hambrientos también lo siguen siendo, mientras los ricos siguen prosperando».
El Pontífice explicó delante de varios miles de peregrinos y turistas reunidos en la plaza de San Pedro a pesar del calor del verano, que María «no busca hacer una crónica del tiempo, no es una periodista, sino decirnos algo mucho más importante», que «Ella, pequeña y humilde, ha sido elevada y -lo celebramos hoy- llevada a la gloria del Cielo, mientras que los poderosos del mundo están destinados a quedarse con las manos vacías».
E invitó a preguntarse: ¿esa inversión profética anunciada por María toca mi vida? ¿Creo que amar es reinar y que servir es poder? ¿Que la meta de mi vida es el cielo, el paraíso o pasarlo bien aquí? ¿O solo me preocupan las cosas terrenales y materiales?
Recuerdo para quien no se va de vacaciones
«La Virgen, por tanto -añade el Papa Bergoglio- profetiza que no son el poder, el éxito y el dinero, los que prevalecen, sino el servicio, la humildad y el amor».
«Mirándola en la gloria -concluyó el Papa- comprendemos que el verdadero poder es el servicio y que reinar significa amar. Y que este es el camino al Cielo». Porque «María hoy canta la esperanza y enciende nuevamente en nosotros la Esperanza».
MÁS INFORMACIÓN
Después de rezar el ángelus, en los saludos recordó a «todos aquellos que no pueden permitirse un período de vacaciones, a las personas solas y a quienes garantizan los servicios indispensables a la colectividad.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete