El Papa falleció por un ictus que le dejó en coma

Como prevé el protocolo a última hora de este lunes fueron selladas las habitaciones del Papa, tanto en Santa Marta como en el Palacio Apostólico, para que su sucesor encuentre los documentos tal y como los dejó Francisco. También ha sido destruido el anillo papal y el timbre con el que Francisco rubricaba sus decisiones oficiales para impedir falsificaciones.

El Papa será enterrado con las vestiduras litúrgicas rojas, el color del luto papal, «como en la celebración de la misa, con la mitra y el palio, sin el pastoral». Junto al ataúd hay un cirio pascual encendido, que simboliza la resurrección de Cristo, y la esperanza de los cristianos en la resurrección.

Todos los altos cargos del Vaticano han cesado de sus cargos, que sólo el futuro Papa podrá confirmar. Mantienen activa la maquinaria, sin tomar nuevas decisiones, los números dos y tres de cada departamento, como el sustituto de la secretaría de Estado Edgar Peña Parra y el ministro de Exteriores Paul Richard Gallagher. Y aunque el Jubileo continúa, se han cancelado las ceremonias festivas, y las que corresponden a un Pontífice, como la canonización de Carlo Acutis, que estaba prevista para el próximo domingo.

Curiosamente, la ceremonia de constatación del fallecimiento fue modificada por el Papa Francisco en julio de 2023, para que subrayara su carácter pastoral, y no tanto el elemento de autoridad civil. Por ejemplo, ha tenido lugar en una capilla, y no en un salón del Vaticano, y sus restos han sido llevados a un ataúd, en lugar de ser expuestos en un catafalco.