El Papa explica que viaja el jueves a Baréin «bajo la bandera del diálogo» con el mundo musulmán
«Será una ocasión para apoyar la causa de la fraternidad y de la paz, que nuestro tiempo necesita tan desesperada y urgentemente», asegura el Pontífice
Nueve organizaciones piden al Papa que durante su viaje presione a Baréin para que elimine la pena de muerte y la tortura
Corresponsal en el Vaticano
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEl Papa Francisco ha explicado este martes durante el rezo del ángelus la clave de su inminente viaje a Baréin. El Pontífice partirá el próximo jueves hacia este país del Golfo Pérsico y regresará a Roma el domingo. «Será un viaje bajo la bandera ... del diálogo», ha adelantado.
Francisco ha recordado que el viernes clausurará el «Bahrain Forum for Dialogue: East and West for Human Coexistence». Participarán unos 200 invitados, entre ellos ex jefes de Estado y líderes religiosos de la región y de Asia Central. «Participaré en un Foro sobre la indispensable necesidad de que Oriente y Occidente se acerquen mutuamente por el bien de la convivencia humana; y tendré la oportunidad de hablar con representantes religiosos, especialmente islámicos».
El Papa ha dado las gracias al rey de Baréin, Hamad bin Isa Al Jalifa, por la invitación y también ha mencionado a quienes «llevan tiempo trabajando para preparar esta visita». «Os pido a todos que me acompañéis con la oración, para que cada encuentro y evento sea una ocasión fructífera para apoyar, en nombre de Dios, la causa de la fraternidad y de la paz, que nuestro tiempo necesita tan desesperada y urgentemente», ha añadido.
Baréin tiene alrededor de un millón y medio de habitantes, de los que la mitad son emigrantes temporales procedentes de Filipinas, India y Sri Lanka, que trabajan a menudo en condiciones muy duras en el sector petrolífero o en el servicio doméstico. De ellos, unos 80 mil son católicos. Además, unos mil bareiníes son católicos, pues es el único estado de la región que concede la ciudadanía a no musulmanes.
Precisamente este martes, la ong Human Rights Watch ha solicitado al Papa que durante la visita «presione a Baréin para que ponga fin a sus abusos contra los derechos humanos». «Debería pedir pública y privadamente al rey Hamad y a las autoridades que conmuten las penas de muerte a todos los condenados a muerte en el país y que impongan una moratoria sobre las condenas a muerte y las ejecuciones. También debería instar a que emitan un decreto que reitere la prohibición de todas las formas de tortura y malos tratos», piden junto a otros 8 organizaciones de la región.
En la carta pública al Papa aseguran que «desde 2017 Baréin ha ejecutado a seis personas, tras poner fin a una moratoria de facto de siete años sobre la pena de muerte. Actualmente 26 personas están en el corredor de la muerte en el país y pueden ser ejecutadas una vez que el rey Hamad ratifique sus sentencias». Denuncian que al menos ocho de los que actualmente están en el corredor de la muerte fueron declarados culpables en procesos en los que se hizo uso de tortura y malos tratos.
«Desmilitarizar el corazón»
Por otro lado, en una breve reflexión antes del rezo del ángelus, el Papa ha recordado que este martes la Iglesia católica celebra la fiesta de todos los santos y que sería erróneo pensar que «fueron personas perfectas, siempre rectas y precisas». Los santos tienen «una vida a contracorriente, una vida revolucionaria».
La vida de Jesús y la de los santos nos dicen que la semilla de paz, para crecer y dar fruto, debe antes morir. La paz no se alcanza conquistando o derrotando a alguien, nunca es violenta, nunca es armada.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) November 1, 2022
Francisco ha dicho que la actitud más cristiana es «trabajar por la paz», y que «en primer lugar hay que desarmar el corazón». «Todos estamos equipados con pensamientos agresivos, unos contra otros, con palabras afiladas, y creemos que nos defendemos con la alambrada de la queja y los muros de la indiferencia; pero esto no es paz, es guerra. Sembrar la paz es desmilitarizar el corazón».
MÁS INFORMACIÓN
Con buen humor, el Papa ha invitado a preguntarse si «donde vivimos, estudiamos y trabajamos, llevamos tensión, palabras que hieren, conversaciones que envenenan, o polémicas que dividen». La propuesta alternativa es «perdonar a los que nos han ofendido, preocuparnos por los marginados, curar alguna injusticia ayudando a los que tienen menos». «La paz no se consigue conquistando o derrotando a alguien, nunca es violenta, nunca está armada», ha insistido. Antes de marcharse, tras los saludos a los peregrinos ha lanzado una última petición: «No olvidemos a la atormentada Ucrania: recemos por la paz, recemos por la paz en Ucrania».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete