El Papa avisa de que el mundo se llenará de «cenizas y humo si no nos esforzamos por entendernos y colaborar»

Clausura en Baréin un Foro de diálogo entre Oriente y Occidente

Valiente discurso del Papa en Baréin: pide respeto a los derechos humanos, promoción de la mujer y eliminar la pena de muerte

El Papa, a la salida del foro convocado por el rey de Baréin EFE

Javier Martínez-Brocal

Enviado especial a Manama (Baréin)

En los jardines del majestuoso complejo del palacio real de al-Sakhir, el Papa Francisco ha clausurado un encuentro sobre convivencia entre Occidente y Oriente, convocado por el rey de Baréin, Hamad al Jalifa. En un duro aviso sobre la importancia de apostar por ... el entendimiento, el Papa ha denunciado que el mundo está «presenciando un escenario dramáticamente infantil, pues en el jardín de la humanidad, en vez de cuidar del conjunto, se juega con fuego, misiles y bombas, con armas que provocan llanto y muerte, llenando la casa común de cenizas y odio».

«Estas serán las amargas consecuencias, si se siguen acentuando las oposiciones sin redescubrir la comprensión, si se persiste en la firme imposición de los propios modelos y de las propias visiones despóticas, imperialistas, nacionalistas y populistas, si no nos interesamos en la cultura de los demás, si no se escucha el clamor de la gente común y la voz de los pobres, si no se deja de distinguir de modo maniqueo quién es bueno y quién es malo, si no nos esforzamos por entendernos y colaborar por el bien de todos», ha asegurado el Papa.

Mirando al mundo desde este pequeño país de Oriente Medio en el que Arabia Saudí e Irán se contienden la influencia, Francisco ha lamentado la amnesia política de la sociedad mundial. «Después de dos terribles guerras mundiales, después de una guerra fría que durante décadas tuvo al mundo en vilo, en medio de tantos conflictos desastrosos en todas partes del globo, entre voces de acusación, amenaza y condena, nos encontramos aún tambaleantes en el borde de un equilibrio frágil«, ha constatado.

«Mientras la mayor parte de la población mundial está unida por las mismas dificultades, afligida por graves crisis alimentarias, ecológicas y pandémicas, así como por una injusticia planetaria cada vez más escandalosa, algunos poderosos se concentran en una lucha decidida por intereses particulares, desenterrando lenguajes obsoletos, redefiniendo zonas de influencia y bloques contrapuestos», ha añadido.

Le escuchaban ex jefes de Estado de la región y de Asia Central, y representantes de organizaciones internacionales como Miguel Ángel Moratinos, del organismo de la ONU para el diálogo entre civilizaciones. También líderes religiosos como el gran imán de Al Azhar, Ahmed el Tayeb, referente para los musulmanes chiís, y el patriarca ecuménico, líder de la Iglesia ortodoxa.

Una sola senda

En línea con sus recientes discursos en encuentros interreligiosos por la paz en Roma y en Nur Sultán (Kazajistán), ha repetido que «el hombre religioso, el hombre de paz, se opone también a la carrera armamentística, al negocio de la guerra, al mercado de la muerte; no apoya «alianzas contra alguien», sino caminos de encuentro con todos; sin ceder a relativismos o sincretismos de ningún tipo, sigue una sola senda, la de la fraternidad, el diálogo y la paz».

«Y, si varios poderosos negocian entre ellos por intereses, dinero y estrategias de poder, demostremos que es posible otra vía de encuentro. Posible y necesaria, porque la fuerza, las armas y el dinero nunca teñirán de paz el futuro», ha añadido.

El Papa ha explicado que la misión de los líderes religiosos es «animar y ayudar a la humanidad a navegar conjuntamente». «Promovamos iniciativas concretas para que el camino de las grandes religiones sea cada vez más efectivo y constante, ¡que sea conciencia de paz para el mundo!», ha solicitado.

Además, ha invitado a todos a afrontar tres emergencias educativas, pues, «si la ignorancia es enemiga de la paz, la educación es amiga del desarrollo, siempre que sea una instrucción realmente digna del hombre, ser dinámico y relacional».

La primera emergencia citada por el Papa es «el reconocimiento de la mujer en ámbito público», pues «la educación es el camino para emanciparse de resabios históricos y sociales contrarios a ese espíritu de solidaridad fraterna que debe caracterizar a quien adora a Dios y ama al prójimo». La segunda emergencia es «la protección de los derechos fundamentales de los niños»; y la tercera, «la educación a la ciudadanía, a vivir juntos en el respeto y la legalidad».

La prensa oficial bareiní ha recogido el discurso completo del Papa de este jueves, incluidas sus referencias contra la pena de muerte, a favor de los derechos humanos y de la promoción de la mujer. Como muestra de respeto y cordialidad, el monarca lo ha hospedado en su palacio y lo ha acompañado también esta mañana. Además, ha enviado a 42 jinetes del ejército para escoltar el coche, un Fiat 500, en el que el pontífice ha llegado al encuentro.

Parolin: «Tímidas aperturas de Moscú»

En su discurso, el Papa se ha salido del discurso que tenía preparado para solicitar «que se ponga fin a la guerra en Ucrania y se empiecen serias negociaciones de paz».

Interrogado antes de que comenzara la clausura, el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, ha asegurado que no hay novedades sobre la iniciativa de Emmanuel Macron de lanzar una mediación entre Rusia y Ucrania, patrocinada por el Vaticano. También el cardenal ha apreciado las «tímidas aperturas de Moscú», en referencia al transporte de trigo ucraniano. «Son pequeñas señales y esperamos que vayan en la dirección correcta», ha añadido.

Preguntado también sobre la actitud de Kiev, el cardenal ha recordado que hace varias semanas «el Papa pidió al presidente Zelenski que se abriera a propuestas serias de paz, porque de lo contrario no habrá más paz. Esta invitación sigue en pie».

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