El Papa reconoce que la Iglesia no ha sido «veloz y vigilante» ante los abusos sexuales atribuidos a sacerdotes

Además del Duque de Edimburgo le recibieron Lord Patten, máximo responsable gubernamental de la visita, y los cardenales de Edimburgo y Westminster. La comitiva emprendió luego el corto viaje hacia el Palacio de Holyroodhouse, en la capital escocesa, donde Benedicto XVI ha sido oficialmente por Isabel II. Por la tarde, Su Santidad oficiará una misa multitudinaria en Glasgow.

El Papa llegó en un avión de Alitalia, que portaba sobre la cabina del piloto las banderas británica y del Vaticano. Durante el trayecto, Benedicto XVI reconoció hoy por primera vez que la Iglesia en su conjunto, los obispos y el Vaticano, no han sido suficientemente «vigilantes, veloces y decisivos» a la hora de afrontar los casos de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes . Camino del Reino Unido, otro de los lugares donde se han registrado en los últimos años numerosos casos de curas pederastas, el Papa volvió referirse a estos escándalos y expresó su «profunda tristeza». «Tengo que decir que siento una gran tristeza. Tristeza también porque la autoridad de la Iglesia no ha sido lo suficientemente vigilante, ni suficientemente veloz, ni decidida, para tomar las medidas necesarias», dijo el Papa a los periodistas que le acompañan en el avión desde Roma a Edimburgo.

Isabel II ofreció esta mañana una calurosa bienvenida a Benedicto XVI, a quien agradeció la «especial contribución» de la Iglesia Católica al desarrollo de la sociedad británica, sobre todo su atención a los pobres y más necesitados. Tanto la Reina, cabeza de la Iglesia de Inglaterra, como el Papa expresaron en sus mensajes de salutación la importancia de los valores religiosos en la sociedad y el derecho de los ciudadanos a manifestarlos públicamente.

“La libertad de culto es una parte esencial de la sociedad democrática”, indicó Isabel II . Benedicto XVI defendió los valores cristianos frente a “agresivas formas de secularismo e intolerancia”, y recordó que la tiranía nazi, contra la que lucharon heroicamente los británicos, fue un “ateísmo extremo contra Dios y la religión”.

Tanto la Reina como el Papa, además de subrayar la tradición cristiana del Reino Unido y la colaboración entre católicos y anglicanos en la construcción de la paz en Irlanda del Norte, hicieron expresa referenica al cardenal John Henry Newman, el clérigo anglicano convertido al catolicismo que Benedicto XVI beatificará el domingo. Para Su Majestad, el ejemplo de Newman, “alguien que luchó entre la duda y la certeza, inspira a muchas personas”.

El encuentro entre los dos se produjo en el Palacio de Holyroodhouse, en el centro de Edimburgo, a cuyo aeropuerto había llegado el Papa a media mañana, en la primera escala de su viaje de cuatro días a gran Bretaña.

Tras la recepción oficial, Benedicto XVI atravesó el caso urbano de la ciudad en papamóvil, saludado por decenas de miles de personas, que salieron a la calle volcándose con la presencia del Papa, de modo más entusiasta del que predecían algunos medios de comunicación. La presencia de sol animó aún más el recorrido, amenizado por desfiles de formaciones de músicos con gaitas y ataviados con las clásicas faldas a cuadros escocesas. Para la BBC, el ambiente era el propio de una “gran fiesta”, en una ambiente que no se vio afectado por la previsión de algunas protestas minoritarias.

Tras un almuerzo en la residencia del cardenal de Edimburgo, el Papa se desplazará a Glasgow, donde celebrará una misa multitudinaria a las 5 de la tarde. Luego marchará a Londres para pasar la noche.

La capital escocesa es la primera etapa de un viaje que le llevará también a Glasgow, Londres y Birmingham. El anterior viaje de un Papa a este país fue el que hizo su predecesor, Juan Pablo II , en 1982, aunque entonces fue una visita pastoral y no de Estado. En Edimburgo, Benedicto XVI será recibido por Isabel II en el palacio de Holyrood House, donde tendrá lugar la ceremonia que marca el comienzo de la visita de Estado. El Papa y la soberana británica mantendrán un breve encuentro privado en esta residencia, en el que intercambiarán regalos.

Como parte de su viaje, Benedicto XVI se reunirá mañana con el arzobispo de Canterbury en la residencia de éste en Londres, Lambeth Palace, y el sábado con el primer ministro británico, David Cameron, en la catedral católica de Westminster. El punto culminante de su viaje tendrá lugar el domingo en Birmingham (centro de Inglaterra), donde el Papa beatificará al cardenal John Henry Newman, intelectual convertido desde el anglicanismo.