Los obispos apoyan a Irene Montero: «No creo que defendiera que los niños pueden mantener relaciones sexuales»

En realidad se trataba de dar cuenta de los trabajos realizados en la última reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal, que se ha reunido esta semana en Madrid, pero ante los temas anodinos y tan de consumo interno presentados, lo mollar ha llegado con las preguntas de los periodistas. Argüello, quizás porque era su última aparición de este tipo, ha dado juego y ha contestado con libertad, consciente también, como él mismo ha señalado, de que «el foco desenfoca».

Ahí es donde ha venido su valoración sobre las palabras de Montero en el Congreso. Y Argüello ha precisado que «respecto a las declaraciones de ese día, quiero ser comprensivo con la ministra de Igualdad, porque yo también salgo a la prensa y veo cómo se interpretan algunas respuestas».

En ese sentido, el portavoz de los obispos ha explicado que «a veces, uno, cuando responde dice una frase pequeña en un argumento global y es la frase pequeña la que se ve. El foco desenfoca. Yo francamente, no creo que la ministra de Igualdad defendiera en esas declaraciones que los niños puedan mantener relaciones sexuales».

Sin embargo, hecha la precisión, Argüello ha aprovechado para criticar la concepción de persona que se esconde detrás de estas declaraciones y que inspira los cambios legislativos del Gobierno. Así, ha añadido que le «preocupa mucho el planteamiento de la persona y de la concepción de la sexualidad que parece revestirse, no de la opinión personal de la ministra sino de los textos legislativos y de las exposiciones de motivos de esos textos».

«En esos textos se ve una concepción de la persona inasumible pero no por un creyente sino por una persona con sentido común y con noticias elementales de la biología», ha añadido. «No se puede ser solidario de cintura para arriba, en la cartera, si se es insolidario de cintura para abajo, si se tiene un planteamiento de la vida y de la concepción de persona individualista», ha criticado Argüello, en una clara referencia a Irene Montero.

Sobre la colaboración con las diferentes comisiones de investigación sobre los abusos sexuales cometidos en el seno de la Iglesia católica, el portavoz de los obispos ha vuelto a mostrar la disposición de la Conferencia Episcopal a cooperar, aunque ha especificado que en el caso de la promovida por el Defensor del Pueblo, «todavía no nos ha solicitado ninguna colaboración concreta». «Esperamos esa petición», ha incidido, de forma que en «las peticiones concretas que se nos hagan, haremos la aportación, desde los archivos, si está contenido en nuestros archivos, y si no, desde lo que tenemos».

Aunque explicó que todavía no tienen números concretos —y que esperan a que el despacho de Cremades & Calvo Sotelo finalice la auditoría interna que le han encargado para conocer los resultados—, sí que precisó que por las informaciones que se van conociendo «la realidad» de los abusos en el seno de la Iglesia es que afecta «a cientos de personas, no de cientos de miles como algunos podrían pensar».

También ha explicado que de acuerdo a las informaciones de prensa y los informes encargados por la Fiscalía, el problema de los abusos en España «es de primera magnitud», a nivel general, y no solo en la Iglesia. «La Iglesia se siente concernida y afectada, y en todo podemos mejorar, pero es evidente, como dicen los informes de los fiscales, que estamos ante una problemática social de extraordinaria magnitud». En ese sentido, ha valorado las críticas a la Iglesia sobre este asunto al afirmar que «a veces sufrimos una pretensión de pena de muerte, sin quitarnos nada de nuestra responsabilidad». «Pero nosotros no defendemos la pena de muerte», ha añadido .

Preguntado también por los problemas para la asignatura de Religión católica en el proceso de la implantación de la reforma educativa motivada por la Lomloe, Argüello ha explicado que «la aplicación de la nueva ley está siendo muy convulsa», a lo que se suma también el que «hay una metodología nueva».

Con respecto a la asignatura de Religión ha descrito tres modelos: «Hay comunidades autónomas en las que se ha reducido la carga lectiva en relación a la que había antes de la Lomloe, en otras se ha mantenido y en algunas se ha incrementado».

Además, ha denunciado las «desigualdades» que se plantean entre los alumnos al no haber «una asignatura de respaldo», aunque sí «pide que haya un acompañamiento tutorizado» que impide «que estén jugando». Sin embargo, esta alternativa «supone una desigualdad y genera sus tensiones, sobre todo en tiempos de exámenes», porque unos estudiantes pueden repasar mientras otros acuden a clase de Religión.