El número de seminaristas en España sigue en caída libre: 956 en total y sólo 143 nuevos ingresos

De acuerdo a estos datos que ha facilitado la propia Conferencia Episcopal con motivo de la celebración —el próximo domingo 19 de marzo— del Día del Seminario, en el curso 2023/2024 continúa el descenso acelerado en el número de seminaristas, lo que evidencia la compleja situación que afronta la Iglesia católica en su proceso de renovación sacerdotal.

Los datos son más preocupantes si se tiene en cuenta que en el curso 2002/2003 —el primero del que presenta datos la web de la Conferencia Episcopal— el número de seminaristas era de 1.699. Veintiún años después, el número, con los ya reseñados 954, es poco más de la mitad (el 56%). Mayor es aún el descenso porcentual en el número de ingresos, de 353 a 143, que se ha visto reducido a un 40% de los que hubo hace dos décadas.

A ello hay que unir que el número de sacerdotes, según la última memoria presentada, es de 15.669, también en una tendencia descendente de unos 400 al año (en el último, el descenso fue de 457), frente a las apenas ochenta ordenaciones, lo pone en grave riesgo el relevo sacerdotal. Según los mismos datos, en España hay 22.933 parroquias.

A pesar de la tendencia descendente, el número de seminaristas en España se situó alrededor de los 1.300 en los primeros quince años del siglo XXI. Incluso vivió un incremento en 2017, cuando se situó en 1.263 (el año anterior fueron 1.247). Desde ese momento, sólo experimenta descensos de entre 20 a 60 candidatos al sacerdocio menos cada año.

Como explicación a estos datos, la Subcomisión Episcopal para los Seminarios explica en su nota de prensa que «la Iglesia es consciente de la dificultad para el joven de hoy, que vive inmerso en una sociedad marcada por la secularización, de discernir ante el compromiso de vida sacerdotal». Por esa razón «y pesar del descenso, valora que 143 jóvenes hayan respondido con un sí a la llamada del Señor para prepararse a vivir su vocación al sacerdocio».

La pastoral vocacional y el futuro de los seminarios se ha convertido en los últimos años en una de los temas más tratados en el seno de la Conferencia Episcopal. El pasado 28 de noviembre, los ochenta obispos en activo españoles se desplazaron al Vaticano para tener un encuentro centrado en la cuestión de los seminarios. En él, además del amplio diálogo de casi dos horas con el Pontífice, los obispos recibieron desde el Dicasterio del Clero, el informe final de la auditoría que dos obispos uruguayos realizaron, por orden del Papa, sobre la situación de los seminarios en las 70 diócesis españolas.

Una de las principales conclusiones es que los seminarios españoles deben fusionarse para garantizar un mínimo de 25 candidatos al sacerdocio, como el Papa ya había expresado en varias ocasiones. En una reunión, el pasado octubre, con seminaristas que se forman en Roma, Francisco apuntó que los seminarios deben tener un número mínimo de miembros porque «si somos cinco en la diócesis, esto no es un seminario, es un movimiento parroquial».

El documento plantea unos objetivos, que ahora los obispos deben concretar en una hoja de ruta. En la pasada comisión permanente de finales de enero, monseñor Jesús Vidal, presidente de la Subcomisión Episcopal para los Seminarios, presentó el trabajo realizado sobre el documento 'Criterios para la actualización de la formación sacerdotal inicial en los Seminarios Mayores de las Iglesias particulares que conforman la Conferencia Episcopal Española', que recibieron en Roma en noviembre.

Los obispos acordaron la constitución de una comisión 'ad hoc' formada por ocho rectores de distintas zonas para trabajar conjuntamente sobre este tema. La información será presentada en la próxima Asamblea Plenaria, que comienza el lunes 4 de marzo en Madrid, en la que se establecerá el calendario de estos trabajos y se señalarán los temas que se incluirán en una encuesta que se va a realizar a todos los obispos sobre esta cuestión.

Como solución al problema vocacional, los obispos también han apostado por otra de sus recurrentes ideas: organizar un congreso. Así, en la pasada Asamblea Plenaria de noviembre, se dieron los primeros pasos para la preparación del Congreso Nacional de Vocaciones, del que se ocupa el nuevo Servicio de Pastoral Vocacional, que depende de la secretaría general. El Congreso tendrá lugar en el primer semestre de 2025 con el objetivo de «sensibilizar a toda la Iglesia y la sociedad sobre la vida como vocación», explicaron entonces.