Este es el número de gatos que puedes tener en una casa con la nueva Ley de Bienestar Animal

Uno de los aspectos más sonados de la nueva ley es quizá el curso de formación obligatorio para los dueños de perros que superen cierto peso y edad. En caso de no superarlo, el perro será considerado potencialmente peligroso y se aplicarán normas adicionales para mitigar riesgos. Asimismo, se exige la contratación de un seguro de responsabilidad civil que cubra los posibles daños a terceros. Este seguro deberá ser lo suficientemente amplio para afrontar los gastos derivados de cualquier incidente.

Además, la Ley de Bienestar Animal amplía la lista de mascotas prohibidas en los hogares y restringe algunas permitidas hasta el momento. Para que un animal sea permitido, debe pertenecer a una especie cuyas necesidades ecológicas, etológicas y fisiológicas sean fáciles de satisfacer, sin representar un riesgo para las personas o el entorno. Algunas de las mascotas más comunes prohibidas por la nueva ley son:

Pero, ¿qué pasa con los gatos? ¿Qué aspectos de la nueva ley limitan la tenencia de estos felinos en nuestros hogares? Uno de los aspectos que más puede afectar a los propietarios de gatos, dado que es común encontrar casas con un gran número de estos animales, es la imposición de un límite en la cantidad de mascotas permitidas en un domicilio particular. Concretamente, el número máximo de animales en una vivienda no podrá exceder de cinco, a menos que se cuente con una autorización de los servicios municipales.

Otros de los nuevos límites que impone la Ley de Bienestar Animal tanto para los gatos como para el resto de las mascotas son, por ejemplo, el endurecimiento de las sanciones para el maltrato animal. Ahora, no informar sobre la pérdida o el robo de una mascota en un plazo de 48 horas se considerará abandono y será castigado con una multa de 50.000 euros.

El abandono que ponga en peligro la vida del animal puede llevar a penas de 1 a 6 meses de cárcel y de uno a tres meses de trabajos en beneficio de la comunidad. En caso de la muerte del animal, las penas pueden alcanzar hasta 24 meses de prisión y 36 meses si concurren agravantes.