Moncloa deja en el aire la presencia de Sánchez en la entronización de León XIV
El Gobierno confía en que la continuidad de Parolin en El Vaticano permita una buena interlocución
El cardenal Prevost dio la sorpresa y lideró el cónclave desde la primera votación

El Gobierno ha recibido con gran satisfacción la elección del nuevo Papa León XIV, fundamentalmente por que en Moncloa lo creen un Pontífice totalmente continuista con la etapa del Papa Francisco, elogiado tanto por Pedro Sánchez como por sus principales ministros, incluida la vicepresidenta segunda y representante de Sumar en la coalición, Yolanda Díaz. Sin embargo, no se quiere confirmar aún si el jefe del Ejecutivo estará en la delegación española que acudirá a su entronización, después de que se ausentase de la que asistió al funeral de Estado por Francisco celebrado el pasado 26 de abril en Roma. Allí estuvieron los Reyes al frente de la delegación, que contó con el jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, y las vicepresidentas primera y segunda, María Jesús Montero y Díaz, así como el ministro de Justicia, Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños.
El Gobierno, en cualquier caso, podría acogerse a los dos precedentes más inmediatos para justificar su decisión, que son ambivalentes. En 2013 Mariano Rajoy estuvo en la entronización de Francisco, pero ocho años antes José Luis Rodríguez Zapatero no acudió a la de Benedicto XVI. Aunque en aquel año 2005 el anterior presidente socialista sí asistió al funeral por Juan Pablo II, un precedente que en este caso no le importó romper a Sánchez el mes pasado.
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Como ya hiciera el mismo jueves tras la fumata blanca en El Vaticano, Bolaños –el hombre fuerte del Gabinete y el más concernido en las relaciones con la Santa Sede y con la Iglesia en nuestro país– elogió ayer a León XIV, en una comparecencia ante los medios en la sede del Ministerio de Justicia, el Palacio de Parcent, en la que destacó que «esas primeras palabras del Papa León XIV tienen un significado muy especial, y dicen con mucha claridad cuál es el camino que quiere recorrer y por el que quiere caminar con absoluto respeto, con absoluta lealtad al legado del Papa Francisco». Para Bolaños, «como todo en la vida, la biografía también es ideología. Y desde luego, que tengamos un Papa que ha sido misionero en Perú. Que nació en Estados Unidos, pero que decidió irse a una de las zonas más pobres de Iberoamérica, a Perú, a trabajar como misionero durante muchos años de su vida, creo que también nos dice algo de la persona del nuevo Papa, de León XIV, de su carácter sin duda solidario, sin duda cercano a los que sufren, a los que no tienen nada. Y por eso este Gobierno celebra mucho que esta sea la característica principal del Papa León XIV», concluyó. Por si eso fuese poco, Bolaños reveló que había estado en contacto con varios cardenales españoles que participaron en los dos días de cónclave y que «hay algunos que desde luego están muy contentos con el nombramiento», desveló.
La nueva Santa Sede
Por otro lado, el Ejecutivo sostiene la continuidad con el Papa Francisco no solo en el talante mostrado por León XIV o en su primer discurso, sino en lo que podrían ser sus futuros nombramientos, aún por determinar. Incluso nadie puede descartar la continuidad como número dos en la Santa Sede del cardenal italiano Pietro Parolin, que ha ocupado ese cargo durante todo el tiempo de Pedro Sánchez en el Gobierno. En muchas ocasiones ha sido el interlocutor con Madrid para cuestiones relativas tanto a los acuerdos bilaterales como a las relaciones del Estado con la Iglesia. Unas negociaciones en las que la voz cantante, como siempre en esta materia, ha correspondido precisamente a Bolaños. Su continuidad o permanencia, por tanto, sería una noticia bien recibida en el Gobierno.
El Gobierno de Sánchez, por lo demás, ya intentó sin éxito que el Papa Francisco visitase nuestro país, como hicieron sus dos antecesores. La última invitación la cursó el jefe del Ejecutivo en su audiencia de octubre de 2024 en El Vaticano, cuando animó al Pontífice a visitar las Islas Canarias para conocer de primera mano la situación de los inmigrantes llegados a esa comunidad autónoma. Por ello es de imaginar que se repetirá, andado el tiempo, la misma invitación a León XIV.
En cuanto a la carpeta abierta de cuestiones pendientes, destaca la relativa a la reparación de víctimas de abusos sexuales dentro de la Iglesia. Un asunto en el que ha habido fuertes discrepancias, como cuando el año pasado Bolaños rechazó el plan de reparación de la Iglesia.
El pasado mes de marzo, durante su discurso ante la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal, su presidente Luis Argüello, se mostró dispuesto a admitir una supervisión del Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, en el proceso de reparación activado ya por la Iglesia. Y se comprometió a asumir una «obligación moral» sobre los casos aunque no haya obligación jurídica alguna sobre los mismos.
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