El 5G no te mata ni tu móvil te va a provocar tumores: las radiofrecuencias no son peligrosas para la salud
CCARS apunta en su nuevo informe todas las evidencias científicas sobre la materia, desmintiendo bulos y falsas creencias sobre los efectos nocivos de las redes de telefonía
Un macroestudio desacredita la relación entre los móviles y el cáncer de cerebro
Madrid
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Iniciar sesiónLa tecnología se desarrolla a tal velocidad que nunca faltan aquellos seguidores de las teorías de la conspiración que divulgan fervientemente que dormir con el móvil en la cama, mirar el microondas mientras calientas el café o apoyar tu portátil sobre tu vientre ... pueden ocasionar problemas de salud irreparables. Agravar la sintomatología de un cáncer, producir cefaleas nocturnas o provocar esterilidad son mitos falsos, al igual que la creencia que circuló durante 2020 sobre el origen de la pandemia de Covid-19, que decía que estaba provocada por la tecnología 5G.
«Pensar que las antenas telefónicas dispersan radiación nociva demuestra un claro desconocimiento de cómo funcionan los teléfonos en general», explica Alberto Nájera, director científico del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS), quien ha presentado este lunes el nuevo informe sobre Radiofrecuencias y Salud 2020-2022, en el que se recogen, actualizan y analizan las evidencias científicas sobre la materia correspondiente a los últimos tres años.
Siguiendo la línea de estudio de los últimos años, el informe se centra principalmente en el análisis de las publicaciones relacionadas con la tecnología 5G y los campos electromagnéticos de radiofrecuencia (CEM-RF). En esta ocasión, han ampliado los campos de estudio en la parte clínica y epidemiológica, para investigar más casos de posibles enfermedades agravadas o provocadas por la red móvil.
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Nuria Ramírez de CastroEn este aspecto, el informe destaca que no hay ninguna evidencia científica que relacione, por ejemplo, el surgimiento de tumores cerebrales con el empleo de dispositivos de telefonía móvil. «A pesar de todos los intentos realizados a los largo de los años, todavía no existe un mecanismo causal que pueda explicar la asociación entre el cáncer y la radiofrecuencia».
Si bien se puede observar algún incremento en la incidencia epidemiológica, esta se encuentra «justificada por una mejora en el diagnóstico, bien por uno que se haya realizado de manera precoz o por mejoras en pruebas diagnósticas que antes no se hacían», detalla el doctor.
Fertilidad masculina
Pero no solo eso, también detallan que no hay relación demostrable en que afecten a la fertilidad masculina: «Se acordarán que en los 90 no se podía llevar el móvil en el pantalón, claro que tenían otro tamaño, pero ya en su momento no suponían un problema y la tecnología no era tan puntera como ahora», dice Nájera, que añade que «la alteración entre los niveles de testosterona y los campos no está suficientemente analizada para establecer una relación causa y efecto».
Asimismo, el informe señala que los síntomas como insomnio y cefalea atribuidos a los CEM son muy subjetivos y pueden estar influenciados por múltiples factores, incluida la propia preocupación de los individuos. «Además, los efectos en el sueño se asocian más al uso del teléfono que a la radiación, como a pasar horas en redes sociales como TikTok», ha señalado Nájera.
Hipersensibilidad electromagnética
Además, Nájera ha recordado que la hipersensibilidad electromagnética no está reconocida como una enfermedad, y la evidencia científica disponible no permite demostrar una relación causal entre exposición a CEM-RF y los síntomas que sufren las personas que refieren este trastorno.
Los pacientes con hipersensibilidad electromagnética padecen trastorno del sueño, dolores de cabeza, problemas de memoria o trastornos de ánimo. «Estas personas sufren, y no hay que menospreciar su sufrimiento, pero no deja de ser psicológico», detalla el científico, que hace alusión al efecto nocebo —cuando el sistema magnifica negativamente una condición porque pensamos ciegamente que es dañino para nosotros—.
Desinformación
Por último, ha advertido sobre la desinformación que existe en la sociedad en este aspecto. «Ahora es fácil encontrar iconografías que demuestran un claro desconocimiento de cómo funciona un teléfono móvil», ha advertido el director científico, para añadir que, si se sitúan las antenas lejos de los móviles, se hace necesario incrementar la intensidad de los mismos.
Precisamente, para evitar que la desinformación sobre los supuestos efectos nocivos de la tecnología en la salud siga proliferando, desde CCARS se recomienda dedicar más esfuerzos para enseñar a la población qué son las radiofrecuencias, cómo se manejan y cuáles son sus efectos.
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