¿Matemáticamente iguales?
«En la actualidad, en España, los hombres jóvenes tienen más probabilidades que las mujeres jóvenes de carecer de una titulación postobligatoria»
Berta González de Vega: «Esas pobres tontitas?
Giuseppe Tringali: «Empresas humanas»
María Teresa Ballestar
Imagínense un aula llena de niñas adolescentes, cuchicheando entre sí, mientras que otra chica más mayor, qué dice ser profesora de universidad y trabajar en una empresa tecnológica, les dice que no hay nada que les impida llegar a ser grandes científicas. Les insiste ... que no tienen por qué tener límites en su ambición en una carrera de ciencias y que las matemáticas y la tecnología son tanto de niñas como de niños.
En estos últimos años he visto cómo se repetía, en esas caras salpicadas de acné juvenil, el asombro al oír hablar por primera vez de Ada Lovelace, hija del poeta británico Lord Byron, cuya aportación a la historia fue mucho mayor que la de su padre al proponer, a mediados del siglo XIX, el primer algoritmo matemático del que se tiene constancia. Sí el primer programa informático lo creó una mujer. O como otra mujer, la bellísima actriz Hedy Lamarr, entre película y película, estableció las bases de la creación de algo tan importante en sus vidas como el Wi-Fi. La gran pregunta es ¿por qué les sorprenden esas noticias?
Hace unos días Andreas Schleicher, responsable de educación de la OCDE, presentaba en Madrid un informe sobre las mujeres y la educación que explicaba, en parte, esa paradoja. En la actualidad, en España, los hombres jóvenes tienen más probabilidades que las mujeres jóvenes de carecer de una titulación postobligatoria. El gap educativo entre géneros ha dejado de existir en España.
Sin embargo, cuando hacemos un análisis más detallado sí se pueden ver diferencias significativas entre géneros. Al inicio de la escolarización las chicas tienden a obtener mejores resultados tanto en lectura como en matemáticas, mientras que los chicos obtienen mejores resultados en ciencias. A los 15 años, PISA constata que los chicos tienen más probabilidades que las chicas de tener un rendimiento bajo en los tres ámbitos: lectura, matemáticas y ciencias. Además, los chicos engrosan mayoritariamente el abandono escolar prematuro.
Sin embargo, esta ventaja parece reducirse o desaparecer por completo en la educación superior: En la universidad las mujeres siguen dominando en los campos de estudio relacionados con los cuidados, la salud y el bienestar, y la educación, pero están infrarrepresentadas en STEM. En general, las mujeres eligen ámbitos de estudio con un contenido matemático menor, lo que se traduce en menos probabilidades de estar empleadas y en salarios más bajos.
¿Qué factores han generado un cambio de rendimiento, preferencias académicas e intereses personales? La verdad es que no se sabe con precisión. Sólo sabemos, que hasta el tipo de ocio que disfrutan es diferente, siendo el de las mujeres menos tecnológico y más relacional. Además, está empíricamente demostrado que las mujeres que terminan carreras STEM tienen una mayor tendencia a abandonarlas y dedicarse al sector educativo y salud, lo que se traduce en diferencia de salarios con sus compañeros de estudios, más propensos a trabajar en el mejor remunerado sector tecnológico.
El rendimiento académico y nivel educativo de las mujeres en España ha tenido una evolución muy positiva durante los últimos 20 años. Las niñas pequeñas han demostrado tener talento matemático, igual o superior al de los niños. Pero aún existen factores (sesgos conscientes e inconscientes) que influencian su carrera académica y profesional hacia otras áreas. Se alejan de aquellos sectores con una mayor empleabilidad y nivel salarial, perpetuando una desigualdad social.
Es nuestra responsabilidad identificar cuáles son estas influencias y desarrollar e implementar las herramientas que les permitan elegir sin sesgos su futuro académico y profesional y estar preparadas para tener éxito en un mercado laboral cada vez más competitivo y tecnológico. Está demostrado que charlas como las que yo, y muchas otras, damos a las niñas tienen un efecto positivo para generar vocaciones, pero hace falta que la sociedad las acompañe en ese camino.
Profesora de Estadística de la Universidad Rey Juan Carlos
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete