Leche, aire e insulina, el cóctel mortal con el que Lucy Letby asesinó a siete bebés

Letby, de 33 años, inyectó a los bebés aire, leche e insulina, entre otros productos que terminarían siendo «letales» para los recién nacidos, como apuntó la Fiscalía. «Actuó de manera cruel y calculadora completamente contraria a los instintos humanos normales de criar y cuidar a los bebés (....) Los bebés a los que dañó nacieron prematuramente y algunos corrían el riesgo de no sobrevivir, pero en cada caso los dañó deliberadamente con la intención de matarlos», ha sentenciado el juez en un juicio al que Lucy Letby no ha querido asistir.

Esta ausencia de «remordimiento» ha llamado también la atención del letrado, que cree que «no hay factores atenuantes» que puedan siquiera hacerle plantear una pena alternativa a la cadena perpetua. «Había una malicia cercana al sadismo en sus acciones», ha determinado, según la BBC.

Lucy Letby nació el 4 de enero de 1990 en Hereford (Reino Unido) y estudió enfermería en la Universidad de Chester. Consiguió ser la primera miembro de su familiar en ir a la universidad. En su juicio aseguró a que «siempre quise trabajar con niños» e hizo todo lo posible para lograrlo.

Durante sus estudios, realizó numerosas prácticas la mayoría en el Hospital Countess de Chester tanto en la unidad infantil como en la neonatal. Estaba habituada a tratar con recién nacidos desde que estaba en la carrera.

Obtuvo el título de enfermera en septiembre de 2011 y comenzó a trabajar a tiempo completo en el hospital a partir de enero de 2012 antes de conseguir un permiso para trabajar con bebés en cuidados intensivos en la primavera de 2015.

Ese mismo año, en 2015, los médicos comenzaron a preocuparse debido al aumento significativo del número de bebés que morían y sufrían graves colapsos en la unidad neonatal del Hospital Countess de Chester.

Después de las primeras investigaciones por parte de la Policía y los médicos, se centraron en un factor común: la enfermera Lucy Letby.

Fue detenida por primera vez en julio de 2018, y luego de nuevo en junio de 2019 y noviembre de 2020, cuando fue acusada de asesinar a siete bebés e intentar matar a otros 10 entre junio de 2015 y julio de 2016.

Lucy Letby atacó a 17 bebés mientras estaban en la unidad de cuidados intensivos en la unidad neonatal del Hospital Countess de Chester. Les alimentaba a la fuerza con leche inyectándoles aire e insulina. Entre las víctimas había gemelos y trillizos, a los que inclusó llegó a matar a dos hermanos en días consecutivos. El bebé más pequeño tenía sólo un día. El mayor tenía 11 semanas.

Lucy Letby ha negado que ella haya sido la culpable de la muerte de estos siete bebés y ha responsabilizado al hospital donde trabajó. La Policía no ha encontrado una causa específica que explique estas muertes producidas a manos de la enfermera Lucy Letby.

Letby no fue apartada de su puesto hasta la muerte de dos trillizos y de otro bebé en tres días consecutivos. Inicialmente quedó relegada a labores administrativas y recurrió el traslado, gracias a lo cual debía haber regresado en marzo de 2017 a la unidad de neonatos si el hospital no se hubiese puesto en contacto entonces con la Policía.

Las investigaciones posteriores derivaron en un primer arresto de la enfermera en julio de 2018. En los registros posteriores en su vivienda, los agentes localizaron varias notas en los que reconocía de forma velada acciones criminales que, a ojos de la Fiscalía, hacían las veces de confesión escrita.