Los jóvenes españoles se emancipan a los 30 años, unos tres años más tarde que la media europea
La tasa de emancipación juvenil sube 0,7 puntos respecto al semestre anterior hasta situarse en el 15,6%
Una persona joven debía dedicar 3,8 veces su salario neto anual para poder sufragar la entrada a una hipoteca, mientras, el precio del alquiler sigue subiendo
ABC
Madrid
El Consejo de la Juventud de España (CJE) ha presentado la edición del Observatorio de Emancipación correspondiente al segundo trimestre de 2021, que ha contado con la intervención de la presidenta del CJE, Elena Ruiz, y el sociólogo autor del ... estudio, Joffre López. La presente edición registra la primera subida de la tasa de emancipación en quince años. De los datos arrojados por el estudio, el Consejo de la juventud de España destaca tres grandes bloques:
Vivienda
La tasa de emancipación en el segundo semestre de 2021sube 0,7 puntos porcentuales respecto al semestre anterior hasta situarse en el 15,6%.
Una persona joven debía dedicar 3,8 veces su sueldo neto íntegro para poder sufragar la entrada de una hipoteca de la vivienda media en España (170.000€) cuando una persona joven con condiciones laborales estables solo podía permitirse hasta 100.000€ sin sobreendeudarse.
Parece que la única salida de la juventud era el alquiler, sin embargo, la creciente subida de los precios puso a la juventud en serios apuros: el precio medio del alquiler en España ascendía a 848€ mensuales, mientras que una persona joven solo podía destinar 320€ al mes para el alquiler sin sobreendeudarse. La emancipación de los jóvenes se produce sobre todo a través del alquiler. En 2020, casi el 50% de los hogares cuya persona de referencia era menor de 30 años vivía en régimen de alquiler. El estudio revela que los jóvenes españoles se emancipan a los 30 años, unos tres años más tarde que la media europea.
Brecha de género
La parcialidad afectaba a casi el doble de mujeres que de hombres jóvenes (33,7 % frente al 17,8 %, respectivamente). Además, era una parcialidad en su mayoría involuntaria, lo que demuestra que seguimos teniendo ese «suelo pegajoso» que impide la igualdad de condiciones con los varones. La subocupación también hace situarnos a la cola de las menos afortunadas.
La brecha de género en cuanto a emancipación se redujo entre mujeres y hombres, las jóvenes se emancipaban más, a pesar de que seguían sin poder hacerlo en solitario. Solo el 13, 8% de las mujeres estaban emancipadas en solitario, frente al 26,9 % de los hombres jóvenes, casi la mitad.
Empleo y formación
De los ninis a los sisis. Las personas jóvenes que trabajaban y estudiaban simultáneamente aumentó hasta el 32%, frente al 2% que ni estudiaban ni trabajaban. Además, el 42% de las personas jóvenes estaban sobrecualificadas, es decir, ocupaban puestos desarrollando funciones inferiores a su formación.
La formación volvió a ser en 2021 garantía de una mejor situación en el mercado laboral: la tasa de paro entre jóvenes con estudios superiores era del 15,9%, mientras que alcanzaba el 38,6% en las personas con estudios primarios. Lo anterior pone de manifiesto la dualidad del mercado laboral, con alta tasa de sobrecualificación en la población con estudios y altas tasas de desempleo en las personas con menos cualificación.
En palabras de Elena Ruiz Cebrián, presidenta del Consejo de la Juventud de España: «Ha llegado el momento de priorizar a la juventud en la agenda pública. La juventud será la que marque el futuro de España y por eso ha llegado la hora de alcanzar una gran Alianza». «No podemos seguir esperando respuestas políticas bajo la falsa premisa de que nuestros problemas se resolverán en el futuro, cuando no seamos jóvenes. O que dejemos de selo porque se solucionaron nuestros problemas».
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