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Lo que los cristianos no podemos hurtar al mundo

Tenemos la exigencia de que las administraciones públicas sean ágiles y eficaces y de que los políticos no se enreden en trifulcas cuando está en juego la vida de tanta gente

Voluntarios y vecinos trabajan para despejar una calle de Paterna (Valencia), este martes efe
José Luis Restán

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La tragedia que estamos viviendo en Valencia y en otros lugares de España nos hace más conscientes de que la vida humana es muy vulnerable. Trabajamos, ¡justamente!, para establecer una red de protección, para darle seguridad y bienestar hasta donde sea posible, pero todo ... eso no puede hacernos olvidar esa condición de vulnerabilidad. La tragedia nos invita, casi nos obliga, a hacernos preguntas. Naturalmente, las que se refieren a la gestión de la crisis, a las decisiones técnicas y políticas en marcha. Pero no basta con eso, no podemos acallar las preguntas que se refieren al valor y el sentido de nuestra vida: al dolor y al sacrificio, a la muerte de los seres queridos, a nuestra exigencia de justicia y de felicidad. No son cosas separables.

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