Monseñor Argüello tiene un plan

La alianza social que propone el Papa, y que traduce a nuestro aquí y ahora monseñor Argüello, se concentra en la cuestión de la demografía, en la medida en que la vida es catalizadora de perspectivas. La negativa a traer hijos al mundo tiene una razón profunda, la falta de esperanza. El afán de vivir el presente con todos sus condicionamientos, de agotar el instante, limita el horizonte de un futuro pleno. La cuestión demográfica no es un problema de los políticos, lo es de la sociedad. Las políticas favorables a la natalidad tienen que ver con la cultura, y también con la vivienda o las condiciones laborales, entre otros muchos aspectos. Los lugares de construcción de esa alianza deben ser la casa, la plaza pública y el mercado, símbolos de la antropología, la política y la economía.

¿Es posible hoy en España un alianza social de esta naturaleza? Cuando priman los muros, las fronteras, las vallas, los aranceles, que el presidente de la Conferencia Episcopal proponga una alianza supone romper proféticamente con las dinámicas imperantes. Con ese profetismo, propuesta y denuncia, que tanto se añora. También se trata de elevar el nivel de la conversación pública. Para concretar esa alianza, monseñor Luis Argüello piensa traer a España lo que ya se ha implantado con éxito en Italia, los Estados Generales de la Natalidad. Don Luis tiene un Plan.