No hay flotilla episcopal
Lo que los obispos han dicho no difiere de lo que León XIV viene sosteniendo, también en lo referido a su apoyo a los planes de paz
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García Magán, a la izquierda, durante su última rueda de prensa
El pasado viernes, al llegar a la facultad, un compañero que se considera informado en cuestiones de Iglesia me espetó sin lenitivo: «¿Cómo va la flotilla episcopal?». No supe muy bien si se estaba refiriendo a la Nota que había hecho pública la Comisión Permanente ... sobre la necesidad de paz en Oriente Próximo –en la que no habla de genocidio, por cierto-, o a lo que el secretario general de la Conferencia Episcopal, monseñor César García Magán, había dicho en la rueda de prensa sobre que los obispos no habían hablado de la flotilla en su reunión, o si denunciaba que no habían dicho nada sobre la campaña del gobierno, con su web, para promocionar el aborto, o si todo ello junto, o si se trataba de una provocación de académico ocioso.
Es cierto que la Nota de los obispos apareció en un momento en el que la opinión pública estaba focalizada en la respuesta de Hamas. Lo que los obispos han dicho no difiere de lo que León XIV viene sosteniendo, también en lo referido a su apoyo a los planes de paz. Los obispos no han hecho pública una Nota sobre el tema del aborto. Esto no quiere decir que la doctrina no esté clara y que, en esta cuestión, no hay el menor disenso. Tampoco es malo repetir lo que se piensa de forma adecuada, como hizo el portavoz episcopal en la rueda de prensa a preguntas de un periodista.
La interpelación del colega estaba en el orden de la pragmática implícita. Los obispos no son menos obispos porque sus declaraciones públicas coincidan con temáticas que patrimonializa la izquierda, ni más obispos cuando se refieren a materias sensibles para la derecha. La doctrina de la Iglesia está en la dimensión que configura el ethos social en lo referido a la defensa de la vida humana en toda su integridad. Si a la situación de generalizada indiferencia se suma la creciente desafección hacia los obispos en determinados sectores, que lo es hacia la Iglesia, el trabajo se acumula. Si la Iglesia no habla, alguien hablará por la Iglesia.