Infiltrado en los cursos de Llados: la «secta destructiva», al descubierto
ABC pasa semanas haciendo el curso del 'influencer' demandado por 1.000 exalumnos. Accedemos a sus clases privadas y a los grupos de Telegram del rey de los 'burpees'
El abogado detrás de la macrodemanda contra Llados: «Entendemos que ha creado una secta destructiva»
Madrid
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Iniciar sesiónAunque no lo parezca, Amadeo Llados, rey de las flexiones y la motivación digital, está nervioso. Es sábado 25 de mayo, y hace apenas unos días se filtró en redes un vídeo de una de sus clases en el que se le podía ver ... gritando a sus alumnos y llamándolos «fucking idiotas». Por eso, en el curso por Zoom que le toca hoy, anda con mucho tiento con lo que dice, pero, sobre todo, con cómo lo dice. En un par de ocasiones a lo largo de la charla, en la que no hay nada preparado y todo se reduce a contestar las preguntas de seis o siete escogidos entre los 315 presentes, dice en un par de ocasiones algo así como que respondería de otra forma a las cuestiones, pero no quiere que le «saquen otro clip». Una de ellas, en el momento en que el que arriba firma tiene la 'suerte' de ser elegido para dirigirse directamente a él, sin cortapisas. Es casi como que a alguien le toque la lotería: «Vamos, Rod, máquina, dispara».
A continuación, se le pregunta sobre cómo se le puede hacer entender a una pareja eso de levantarse a las 5.00 horas a hacer 'burpees' (que son una suerte de flexiones con saltito al final) tal y como manda su doctrina. Que ella lo ve raro, casi como una locura.
Llados empieza diciendo que «es normal», «porque ella no conoce multimillonarios que van en Bugatti». Cree que con el tiempo «se acostumbrará» a la forma de vida que él ofrece. «Pero si tu chica no está en conjunto con el propósito, pues, al final, poco a poco, separaréis caminos», lanza en un momento. Y en el chat se pueden ver mensajes del resto de asistentes en los que se leen cosas como que «las mujeres están para proveer».
Farra y cocaína
La mayoría de los alumnos son sudamericanos y tienen las webcam conectadas y la mano amarilla del Zoom bien tiesa para pedir la palabra, que es lo que le gusta a Llados. Muchos de los hombres están sin camiseta, algunos se lanzan al suelo a hacer 'burpees' cada cierto tiempo y otros se encuentran entrenando en el gimnasio, porque «aquí no se falla», aunque haya que escuchar al «jefe». Se ven muchas mujeres, y de todas las edades, de los 20 a los 50 y más allá. Escuchan atentamente y más de una está escoltada por su pareja.
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Todos beben los vientos por él y, cuando tienen la ocasión de participar en la sala, no son raros los casos en los que le dicen que «le aman» y que «le adoran». A la hora y cuarto, o algo antes, cierra el Zoom, y deja a sus seguidores «poniendo el trabajo» para que, algún día, alcancen «su primer millón», que es como se llama el curso al que asiste ABC.
Al final, es lo que promete el 'influencer', que ya ronda el millón y medio de seguidores en Instagram. En buena medida, gracias al vídeo metiéndose con los «panzas» y los «mileuristas» con el que se viralizó el verano pasado.
Llados nació en Madrid hace 32 años y pasó la adolescencia en la localidad de Tres Cantos. Afirma que llegó a cursar estudios universitarios en Periodismo, que no concluyó, y hasta probó suerte como piloto de motos llegando a disputar algún GP de Moto2 en 2010. Después pasó unos años deambulando por Australia antes de aterrizar en Miami (EE.UU.) en 2016 con la cuenta casi a cero. Gracias a YouTube hizo negocio como entrenador personal online.
Para 2020 ya tenía su primer 'Lambo' (es decir, Lamborghini) y había conseguido su primer millón de dólares. Fue entonces cuando creó el curso de Tu1Millón, con el que ahora, afirma, se ha hecho multimillonario. Por el camino, adicción a las drogas, esteroides y farra. La caída del caballo, en plan San Pablo de Tarso, le llegó hace un par de años, cuando estuvo a un pelo de morir por una sobredosis de cocaína. Desde entonces, cero vicios. O eso dice.
Ahora oferta varios cursos. El más barato es de 50 euros, luego hay planes VIP, en los que ofrece atención personalizada y que tienen un coste mínimo de 3.000 al mes. ABC se ha suscrito al medio, de 100 euros mensuales, en el que se te enseña a «convertirte en el hombre que admiras y respetas». Es decir, en Llados. Porque lo que comparte es su propia filosofía que cualquiera puede consumir gratis a través del contenido que sube a redes. Porque, avisamos, en el curso no muestra nada que no haya compartido ya mil veces en tiktoks.
«Sin amigos, ¿lo captas?»
El rito para convertirte en Llados dura 90 días. En el apartado del primero, ya deja claro lo que le espera al novato, sin tildes y con faltas de ortografía: «Estos habitos son NO NEGOCIABLES como absolutamente todo lo que te digo, no lo cuestionas, no dices que no hace falta y no le preguntas a ninguno de tus FKN amigos plebeyos con panza...entendido?». La doctrina marca levantarse a las 5.00 horas todos los días, de lunes a domingo, e ir de cabeza al gimnasio con el estómago vacío: «Sino minimo 100 'burpees', cuando sea facil subes 150, luego 200, luego 250, luego 300».
Evidentemente, nada de drogas ni alcohol; tampoco vale masturbarse o jugar a videojuegos. El entorno de «panzas» y «plebeyos» debe desaparecer del mapa. A Llados no le gusta la Mátrix, que es el sistema. Lo de estudiar una carrera y tener un trabajo convencional tampoco le hace gracia. Menos todavía los medios tradicionales o ser un asalariado. Así los millones se complican, y sin millones no hay 'lambos'. Mejor romper con todo: «Ya no tienes AMIGOS! Lo captas? Olvidate de hablar de todo esto con tus amigos plebeyos..no lo van a entender, te van a decir que no es necesario..el que quiera hacerlo contigo le mandas aqui y lo haceis juntos, eso seria brutal! Si no quieren hacer #90TU1MILLON ya no existen».
Llados le quita el entorno a sus clientes, pero no los deja solos; les ofrece un enlace de Telegram para que conversen con el resto de alumnos. Allí se suben vídeos haciendo 'burpees', fotos sin camiseta y se discute la doctrina del maestro. «Solo hay que leer los tres libros que recomienda el jefe», señala uno de los alumnos más aplicados cada vez que alguien pregunta. Y, como se imaginará, entre ellos no están 'El Quijote' ni 'Harry Potter'. Solo un par de obras de autoayuda y 'Meditaciones', de Marco Aurelio. Porque a Llados no le gusta que se lea mucho –«mejor un libro cien veces que cien una vez»–, pero es un estoico, o eso dice, y también un fiel creyente de Jesucristo, o eso dice.
Llados, un «mensajero» de Dios
Señala que Jesús le dice cómo actuar y que las personas con sobrepeso representan al diablo
Sus lecciones escritas, colgadas en el campus online, están plagadas de referencias a Dios, al que el 'coach' llama «el gran jefe». El papel de Llados es el de «mensajero», porque Dios habla con él. A través de la conciencia, le dice cómo actuar. No hay bien ni mal, solo puntos de vista. Lo que importa es perseguir la verdad, como los niños; y no tener sobrepreso, porque las puertas de San Pedro, si no, se te cierran a cal y canto: «Me la pela seas billonario mostro!!! Tu panza es una verguenza!! Y solo que contaminas este mundo con el mensaje del Diablo». Y sigue: «Recordar esto no es mi voluntad, es la de nuestro creador. Esto no es mi verdad, es la de Dios. De hecho les quiero SALVAR».
Los apóstoles
Actualmente, las redes sociales están llenas de 'coaches' formados directamente por Llados que ofertan cursos valorados, según ellos, en miles de euros en los que enseñan a la gente a combatir vicios y a ponerse en forma. La inmensa mayoría, según ha comprobado este diario, con escasísimo éxito y ya convertidos, prácticamente, en memes de Instagram por cuentas 'troll' que se dedican a resubir su contenido empleando tono de mofa.
Todos, eso sí, están muy agradecidos con su maestro. Uno de ellos es Javier, que apenas tiene ingresos y está luchando por sacar su propio negocio de 'coaching' adelante. Cuando se le pregunta si enseña algo que no enseñe Llados, él solo dice, «¿como qué?». «Siempre te recomendaré a Llados antes que a mí, Rodrigo», zanja. Porque el discípulo nunca muerde la mano del maestro.
Lo dicho, Llados solo enseña a ser Llados. Pero igual el alumno no tiene madera para ser 'coach' o vendedor. Sea como sea, sigue habiendo una salida: trabajar directamente para el jefe. A cambio del pago mensual de 50 euros, el 'influencer' comparte con sus seguidores un link de afiliado para que capten nuevos clientes en su nombre. Cada vez que un usuario interesado lo utiliza para suscribirse a un curso, el afiliado se lleva el 30% del total, y de forma recurrente. Es decir, si el internauta sigue suscrito mes tras mes, ese 30% continúa llegando a la cuenta de Paypal del trabajador.
Hay afiliados que afirman que están ganando miles de euros con este sistema. Para conseguir gente que 'pique', se dedican a crear cuentas en redes y a resubir contenido motivacional de Llados. Una rápida búsqueda en sitios como TikTok permite encontrar cientos de espacios dedicados a viralizar la palabra del 'coach'. Y es aquí, en el negocio de los afiliados, donde el abogado Xaime Da Pena ve que Llados ha montado una estafa piramidal. Y ha presentado una macrodemanda en la que participan más de 1.000 exalumnos que se sienten estafados por el 'influencer'. «Entendemos que hay asociación ilícita y que ha creado una secta destructiva aprovechándose de personas vulnerables en situación precaria en lo económico», dice el jurista a este periódico.
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