Los incendios llevan a Portugal a asomarse al apocalipsis

«El fuego me rodeaba por delante y por detrás» o «esto parece el fin del mundo» son dos de los testimonios más sobrecogedores en pleno infierno de las llamas en el país vecino

Incendio forestal en el norte de Portugal effe

Francisco Chacón

Corresponsal en Lisboa

La sensación de apocalipsis se ha adueñado del Portugal profundo, tal es la violencia de las llamas. «El fuego me rodeaba por delante y detrás», dice Fernando Agostinho llorando ante las cámaras de televisión. Hacía solo cuatro días que había terminado la reforma de su ... casa cerca de Pombal y todas sus ilusiones saltaron por los aires, pues el fuego arrasó todo.

«Esto parece el fin del mundo», añade Adelino Rodrigues, dando fe de que el panorama dantesco se extiende de norte a sur por tierras lusitanas. Suyo es el terrible testimonio que llega desde Leiria, una de las zonas más afectadas, como cuando asegura: «Ardía todo. Si las casas no se quemaron, fue porque la gente no dudó en defenderlas».

«Es muy triste, toda una vida trabajando para esto. Es desolador, no sé qué va a ser de mí», continúa este agricultor en declaraciones a la agencia France Presse.

También sale a la palestra Joao Paulo, el joven que huía de Boa Vista con un cordero a cuestas, protagonista de una fotografía que dio la vuelta al mundo. Salvó a varios hombres y mujeres, arriesgando su vida misma para sacarles del infierno, además de ser el héroe que hizo lo propio por 70 animales (uno a uno), suyos o de sus vecinos.

Y una mujer no pudo evitar abrazarse al periodista que le preguntaba en directo, un claro ejemplo de la desesperación de la gente.

El rastro de destrucción no hace más que agrandarse y 11 incendios de grandes dimensiones seguían activos a primera hora de la tarde de este jueves, de acuerdo con la información del Instituto para la Conservación de la Naturaleza y los Bosques.

Mientras los portugueses sufren en carne propia, el primer ministro, Antonio Costa, solo desliza vaguedades en sus palabras al respecto, lo cual exaspera al ciudadano de a pie. Por ejemplo, señaló: «Es momento de corregir algunos fallos estructurales».

Para empezar, eran él y su gabinete quienes debían haber atajado los problemas que sean. Pero resulta obvio que el Gobierno socialista no ha sabido dar respuestas.

Mientras el dinero público para tapar el parche de la aerolínea bandera, TAP, ascendía a 900 millones de euros, solo se destinaron 52 para mejorar el combate al fuego.

Por eso, los habitantes ya están hartos de discursos vacíos y Costa se lleva la palma de las críticas en este contexto tan duro, en el que decenas de personas lo pierden todo ante la más absoluta impotencia.

El pánico se apodera de la población y, en pocos días, la situación ha dado un vuelco en toda regla: cada vez más grave y con unas temperaturas que superan los 43 grados.

El viento quema la cara y a nadie puede extrañar que los peores fantasmas del año mortífero de 2017 vuelvan en toda su intensidad.

Hasta el Algarve muestra sus heridas, y eso que es una zona abierta al mar, donde el frescor del aire suele reinar… menos ahora, que parece una suerte de calima incesante.

Protección Civil no da abasto, el cuerpo se halla desbordado y lanza alegatos contra el Ejecutivo socialista, como pudo comprobarse a mitad de esta semana en una cadena de televisión.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios