La Iglesia Ortodoxa debate si el nuevo DNI con chip es un invento del anticristo

Las comisarias están colapsadas desde que se supo que los nuevos carnés llevarían incorporado un chip, como tantos otros documentos de identidad de estados miembros de la UE. «Nos espían desde que nacemos y ahora quieren seguirnos a través del chip del nuevo DNI», explica a ABC María, una mujer de 30 años que ha acudido a la comisaría para renovar su carné antes de que entre en vigor la nueva tarjeta de identidad. María no está sola, son miles los griegos que ven el nuevo documento de identidad como una amenaza contra la libertad.

Incluso, los más radicales, defienden que es un invento del anticristo y un atentado contra los valores religiosos. Esto es precisamente lo que ha llevado a la Iglesia ortodoxa griega a tomar cartas en el asunto y pronunciarse al respecto en un sínodo que se celebrará en los próximos días. «Hay que esperar a las decisiones del Sínodo y confiar en la Iglesia», declaraba ante los medios locales el obispo Ambrosios.

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No es la primera vez que la iglesia ortodoxa griega interviene en asuntos relacionados con los documentos de identidad. En el año 2000, el gobierno socialista de Kostas Simitis anunciaba que el credo de los ciudadanos no aparecería en los nuevos carnés de identidad por tratarse de un dato personal sensible.

La cúpula eclesiástica, indignada, pidió un referéndum y organizó concentraciones multitudinarias de feligreses como muestra de su repulsa a la nueva medida. «Grecia significa ortodoxia», pregonaban a los cuatro vientos desde las principales plazas del país los popes griegos, mientras recogían más de tres millones de firmas, incluida la del político Kostas Karamanlís, entonces líder de la oposición. En 2004, tras la victoria electoral del partido conservador Nueva Democracia, la iglesia ortodoxa helena volvió a solicitar, sin éxito, la aparición del credo en los carnés.

Durante la pandemia del Covid-19, los encontronazos entre la iglesia griega y el Gobierno fueron frecuentes debido a que la primera negaba que el virus se pudiera contagiar por el contacto de la saliva de los feligreses en la cucharilla usada por todos los asistentes durante la comunión.

En la puerta de las comisarías se podía escuchar todo tipo de teorías conspiratorias, desde que el chip permitirá saber la ubicación del propietario del documento, espionaje de las conversaciones, o incluso los más radicales llegan a afirmar que el chip «crea, según los santos de la iglesia, un vínculo con el anticristo» o que el nuevo documento de identidad niega a Cristo.

Debido a las avalanchas de personas que quieren renovar el carné antes de que emitan los nuevos documentos, las comisarías han tenido que ampliar su plantilla para poder hacer frente a la enorme demanda de las últimas semanas.

A partir de agosto de 2026 los DNI antiguos dejarán de tener validez, según declaró ayer el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis quien rogó a los ciudadanos que «dejen de colapsar a la administración» y no teman al nuevo DNI con chip porque se trata de un simple documento administrativoy no un dispositivo de espionaje. El nuevo carné, que sigue la normativa comunitaria en lo referente a tamaño y datos que debe incluir, tendrá un coste de 10 euros y los trámites se podrán realizan en más de 300 comisarías de todo el país.

La Constitución griega establece que Grecia es un estado confesional. Además, el hecho de que la identidad griega se vincule estrechamente con la Iglesia ortodoxa griega, es también un factor relevante a la hora de que la cúpula eclesiástica helena intervenga en asuntos estatales prioritarios. No obstante, en ningún caso la decisión del sínodo será vinculante y los nuevos carnés empezarán a emitirse el 25 de septiembre.