La Iglesia católica reconoce 186 nuevas denuncias de abusos sexuales, 16 de ellos ocurridos en 2022

De los victimarios señalados en esos 186 testimonios, 74 son clérigos consagrados (de órdenes religiosas), 36 clérigos diocesanos, 49 consagrados no clérigos (religiosos) y 27 laicos. Todos los victimarios son varones. De ellos han fallecido 90, 69 están vivos y no consta su situación en 27 casos. De las denuncias, 70 han sido comunicadas en oficinas diocesanas y 116 en las de las congregaciones religiosas.

En relación a los momentos en que se produjeron los abusos, es significativo que 16 de las denuncias se correspondan con el año 2022, es decir que son actuales. Por lo demás, la mayor parte se dieron en el siglo XX, 12 en los años 50, 44 en los 60, 66 en los 70, 26 en los 80 y 7 en los 90. Ya en el siglo XXI, 4 de los casos se corresponden con la primera década, 6 en los años 10. En 2019 hubo 1 caso, otro de 2021, a los que hay que sumar los ya referidos 16 del año pasado, y 3 en los que no ha sido posible ubicar la fecha.

Preguntado por ABC sobre si la Conferencia Episcopal había hecho un análisis sobre qué había fallado en los protocolos antiabusos para que en 2022 se siguiera cometiendo un número tan significativo de denuncias, García Magán no ha aclarado las causas aunque ha insistido en que desde hace tiempo «el compromiso de prevención ha sido grande, en todos los ámbitos relacionados con la Iglesia». Según han afirmado en la rueda de prensa, la Conferencia Episcopal no tiene todavía datos concretos sobre cómo se ha actuado en las diócesis y las congregaciones religiosas con los acusados de abusos.

García Magán enmarca este aumento de casos de abusos en el seno de la Iglesia, con el repunte generalizado de denuncias en 2022. «En ese año, en España ha habido 6.500 denuncias sobre el tema de abusos, ha habido una tendencia creciente en general y éste [los 16 casos en la Iglesia] es un porcentaje, lo que no le quita responsabilidad ni gravedad».

En cuanto a la edad de las víctimas, 179 eran menores de edad en el momento en que se produjeron los hechos y 7 eran equiparables legalmente a un menor. En la actualidad, 166 víctimas son mayores de edad, 16 son menores de edad y 4 víctimas son equiparables legalmente a menores de edad.

Por otra parte, la Conferencia Episcopal también hizo entrega, en la tarde de este miércoles de un informe con todos los casos de abusos a la Oficina del Defensor del Pueblo. En una reunión en la sede de la Conferencia en Madrid, en la que participaron el presidente Juan José Omella y su secretario, César García Magán, como representantes del Episcopado y el propio defensor del pueblo, Ángel Gabilondo, la Conferencia «por voluntad propia» quiso hacer entrega de estos datos, como «signo de colaboración», según ha explicado su portavoz.

El informe entregado al Defensor del Pueblo, titulado «Para dar luz», consta de más de 2000 páginas distribuidas en seis tomos. La mayor parte recogen los protocolos instaurados en las diferentes instituciones eclesiales. El último, de los tomos es el que presenta los datos de los 706 casos conocidos hasta el momento, «que afectan a unas 1.000» víctimas», según han reconocido a ABC fuentes de la Conferencia Episcopal.

Según García Magán, el informe no sustituye, sino que complementa, la información que tiene que entregar cada una de las diócesis y las congregaciones. En ese sentido ha recordado que el propio presidente de la Conferencia Episcopal, Juan Jose Omella, «exhortó» a todos los obispos para que respondieran el requerimiento de Ángel Gabilondo y compartieran toda la información que les ha solicitado.

Así, «no le consta» que haya obispos que tengan previsto negarse a entregar esa información, aunque reconoció que ha habido «algunos problemas técnicos» en la recepción del requerimiento enviado desde la Oficina del Defensor del Pueblo. En concreto, explicó que algunos de los correos electrónicos estaban sin actualizar y han sido las propias diócesis, «como la mía de origen, Toledo» -ha señalado García Magán-, las que han alertado que no lo habían recibido.