Grecia implantará en 2025 visitas privadas a la Acrópolis por 5.000 euros

La medida, que se llevará a cabo fuera del horario de apertura al público, ha generado muchas críticas

Atenas se rinde ante la gentrificación

Turistas visitando la Acrópolis EP

Corresponsal en Atenas

20/04/2024 a las 16:17h.

Desde antes de que el reloj marque las 8.00 horas, los alrededores de la Acrópolis son un hervidero de gente: el ruido de los autocares que transportan a los decenas de turistas llegados desde todos los rincones del globo, se mezclan con los ... reclamos en busca de clientela de los guías turísticos y los de los vendedores ambulantes que venden réplicas en alabastro del Partenón, botellas de agua, abanicos y ventiladores a pilas para paliar el sofocante calor de la cima de la Roca Sagrada. Las colas para acceder al monumento patrimonio de la Humanidad son interminables y el calor empieza a apretar en este caluroso día de abril en el que las máximas superarán los 30 grados. El fin de las restricciones de la pandemia trajo consigo el aumento de los visitantes a la Acrópolis, llegando a superar los 20 mil visitantes diarios. Ante el desgaste y los problemas de conservación que el elevado número de visitantes planteaban, el pasado mes de septiembre el ministerio de Cultura heleno tuvo que imponer un número máximo de visitas e instaurar franjas horarias para evitar el deterioro que las masas de turistas estaban provocando en el monumento. «Era necesario que se controlase el flujo de visitantes. Cuanto más turistas hay, más son las posibilidades de que se den actos de vandalismo sin que los guardas seamos conscientes», explica María (nombre ficticio), guardia de patrimonio de la Acrópolis.

Además de la restricción de visitantes, las nuevas medidas también incluyen un aumento de los precios de entrada a los sitios arqueológicos y museos dependientes del ministerio de Cultura. «En un momento en el que el coste de la vida se ha convertido en una pesadilla diaria para la mayor parte de la sociedad, los yacimientos arqueológicos, aumenta el precio de los museos de todo el país», protesta Despina Kutsumba, presidenta de la Asociación de Arqueólogos de Grecia. «Cultura intenta convertir la política cultural en una política generadora de ingresos, anunciando aumentos de hasta el 300% en las entradas a sitios arqueológicos, monumentos y museo», denuncia. «La nueva política de precios, aceptada por el Ministerio de Cultura, se aplicará a partir de abril de 2025, de modo que ni los visitantes individuales ni las agencias de viajes organizadas se vean sorprendidos (…). Además la medida viene acompañada del aumento de los días de entrada gratuita de uno a dos domingos durante los meses de invierno, la ampliación del derecho de entrada gratuita a niños y jóvenes de entre 5 y 18 años procedentes de países fuera de la Unión Europea y el establecimiento de Zonas de Visita en la Acrópolis, para que se reduzcan las esperas, entre otras medidas», explica a ABC Nikotela Divari-Valaku, presidenta del Organismo de Gestión y Desarrollo de los Recursos Cultural del ministerio de Cultura.

Visitas exclusivas

No obstante, la medida que más críticas ha levantado es el anuncio de la creación de visitas exclusivas, fuera de horario, y solo asequibles para el público pudiente. Se trata de visitas fuera del horario de apertura al público general, para grupos de un máximo de 5 personas y con un coste de 5.000 euros. «La implementación de una visita personalizada, exclusivamente fuera del horario de funcionamiento del sitio arqueológico de la Acrópolis, fue propuesta siguiendo prácticas que se vienen aplicando, desde hace años, en grandes monumentos en el extranjero, aunque si bien es una demanda constante del mercado turístico griego. Las visitas personalizadas se realizarán fuera del horario de apertura de la Acrópolis, que es de 8.00 horas a 20.00 horas, sin interrumpir el flujo fluido de visitantes», explica Divari-Valaku.

Proyecto «discriminatorio y elitista»

«El patrimonio cultural pertenece a todos y debe ser accesible a todos», afirma contundente Kutsuba. «El lugar que simboliza la democracia y la igualdad, se convierte en un espacio de exclusión parcial, un espacio con acceso privilegiado a la élite económica y no a todos los visitantes, y donde los no privilegiados se verán obligados a hacer colas interminables los días de entrada gratuita, mientras que los poseedores de alto poder adquisitivo podrán ver el sitio en zonas especiales para visitantes sin la presencia de «otros molestos». Por su parte, el helenista español, Pedro Olalla, opina que se trata de una «iniciativa discriminatoria y elitista» que convierte al monumento Patrimonio de la Humanidad en «un grotesco monumento a los verdaderos «valores» de nuestra «civilización» actual, tan bien preconizados por gobiernos como el que la promueve».

«Grecia ha sido siempre pionera en la forma de gestionar sus monumentos, aplicando una política social y de igualdad de acceso, con sensibilidad y respeto hacia los peregrinos de los monumentos de todo el mundo. Con la introducción de la mercantilización del mercado y el intento de discriminación ofensiva, se encontrará implementando políticas que ahora serán un ejemplo de gestión cultural antisocial», destaca Kutsuba, quien recalca que las políticas culturales modernas tienen como «objetivo principal la expansión de la experiencia museística a audiencias tan amplias y diversas como sea posible, en términos de accesibilidad universal, inclusión y democracia cultural», al mismo tiempo que acusa a Cultura de funcionar como «mecanismo de mercado»y no como «organización pública».

Por su parte, Divari-Valaku responde a las críticas afirmando que el «supuesto elevado precio de 5.000 euros por la visita personalizada corresponde al resplandor del monumento, pero también a la calidad de los servicios prestados» y explica, además, que los ingresos de estas visitas «financiarán exclusivamente las acciones de restauración y mantenimiento del monumento, sin sobrecargar el presupuesto estatal, y la mejora constante de las condiciones de visita de la Acrópolis».