Grecia ensaya una cesta de alimentos básicos subvencionada para combatir la escalada de precios

Las grandes cadenas de supermercados cuya facturación anual supere los 90 millones de euros están obligadas a ofrecer, al menos, un producto de cada una de las 51 categorías con descuento. Las empresas con menor facturación podrán sumarse a la campaña pero, si lo hacen, no podrán retirarse hasta que dejen de estar en vigor las medidas.

Las 13 cadenas que forman parte del programa deben enviar cada miércoles los precios que formarán parte de la cesta subvencionada durante la siguiente semana. La información está disponible en una web que ha habilitado la Dirección General de Comercio y Protección al Consumidor (e-katanalotis.gov.gr) donde aparecen todos los productos con sus precios que ofrece cada una de las 13 empresas.

Los productos que forman parte de la «cesta» están marcados con una etiqueta azul que anuncia que el producto forma parte de la Cesta de los hogares. Los supermercados se comprometen a no subir el precio de los artículos durante el tiempo que estén en vigor las medidas y, de este modo, los consumidores podrán encontrar, al menos, un bien de cada de una de las 51 categorías, a un precio más económico.

Son los propios establecimientos los que deciden qué productos incluyen cada semana. Los supermercados han anunciado que añadirán o cambiarán productos de sus «cestas» dependiendo de la respuesta de los consumidores porque su objetivo es satisfacer la demanda.

Entre las categorías encontramos algunas como leche, carne, pescado o legumbres; productos de higiene personal como pañales, compresas o papel higiénico así como productos de limpieza del hogar como lejía, etc.

Los precios ofertados por las 13 cadenas no resultan homogéneos. Así, podemos comprobar que, mientras que en la cadena de supermercados Musutis un paquete de pan de molde cuesta 1,60 €, el mismo producto en la cadena AB rebaja su precio hasta 1,29€. Productos de menor peso; la cadena Sklavenitis, por ejemplo, ha incluido en su cesta un nuevo recipiente de yogur de 600 gr, en lugar del habitual de 1kg. Esto es algo que también deberá tener en cuenta el consumidor quien, en lo sucesivo, no deberá buscar únicamente la etiqueta azul, sino comprobar también el precio por unidad.

Hemos podido comprobar los precios de distintos productos de la «cesta» y, por ejemplo, un paquete de 500gr de arroz subvencionado cuesta 0,76 en la cadena de supermercados Sklavenitis, mientras que uno de idénticas características de marca conocida asciende hasta los 2,08€, o un kg de pollo de la «cesta» cuesta 3,75€ mientras que uno de marca 5,20€ el kilo. Un bote de 600 gr de yogur subvencionado 1,75€ en comparación con los 3,80€ de marca.

Cabe destacar que muchos negocios han aprovechado el inicio de esta campaña ministerial para lanzar grandes ofertas en productos de marca y, como consecuencia, en las estanterías de muchos establecimientos encontramos rebajas de hasta el 50% en muchos productos de primera necesidad.

Este es el caso de los supermercados Thanopulos que, con una facturación de 50 millones anuales, no está obligado a aplicar la normativa. No obstante, su CEO, Pericles Thanopulos, nos explica que han decidido enriquecer con nuevos productos el catálogo de «productos económicos» que la cadena puso en funcionamiento hace más de diez años, coincidiendo con el peor momento de la crisis económica que atravesó el país. En ella podemos encontrar productos de primera necesidad incluso a precios más bajos que lo que están incluidos en las cestas de otros establecimientos que sí han aplicado las medidas.

En los pasillos de los supermercados, no obstante, se escuchan las mismas críticas por parte de los consumidores. Por una parte, muchos se quejan de que la rebaja de los precios afectaba solo a los productos de marca blanca y, por otra, que no eran tantos productos como esperaban. Eleni Zajaraki, profesora de 55 años, discute con su madre Evanguelía de 75 por la oferta escasa de productos de calidad, según la opinión de esta última. En cambio, Eleni considera que las medidas «cubren los productos de primera necesidad y que si alguien quiere algo de marca o delicatesen, el Estado no tiene por qué subvencionárselo».

Nicolas Karajayos, de 51 años, que sale con el carro a rebosar de un establecimiento famoso por sus grandes descuentos, nos comenta que no ha notado gran diferencia entre la cesta de la compra de esta semana en comparación con la de la semana pasada pero cree que «la medida es buena siempre y cuando se mantengan los precios competitivos de bienes durante el tiempo que continúe la carestía y la inestabilidad económica».

En cuanto a las quejas referentes a la falta de productos de marca en las cestas de las cadenas que participan, cabe señalar que la cadena que más productos de marca blanca incluye en su selección es AB con un 69% y la que menos es Galaxias con tan solo un 22% de productos de marca propia.

Con estas medidas el país heleno está intentado paliar los efectos negativos de la inflación en los hogares que han visto reducidos su ingresos tras la crisis económica, aún reciente, a los que viene a sumarse el receso económico provocado por la pandemia en una sociedad que cuenta con el salario mínimo interprofesional más bajo de la Unión Europea (713€ en 12 pagas).