El Gobierno de Canarias cancela las clases de esta semana por la ola de calor en las islas

Poli Suárez ha indicado que la decisión de suspender las clases también se ha tomado teniendo en cuenta la alerta máxima por riesgo de incendios forestales y por la previsión de la AEMET, que prevé que en los próximos días vuelvan a subir aún más las temperaturas.

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Laura Bautista

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En cuanto a si también se suspenderán las clases en las universidades, el responsable autonómico ha precisado que la Consejería no tiene competencias al respecto, por lo que serán las propias universidades o la consejera de Universidades, Migdalia Machín, quienes tendrán que dictaminar si también se suman a esta suspensión lectiva.

Hasta el momento, las dos universidades públicas de Canarias, la Universidad de La Laguna, y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, han confirmado que mantendrán las clases tanto el miércoles como el viernes.

El consejero ha querido dejar claro, además, que se trata de una decisión que se ha tomado «por responsabilidad» después de «muchas horas de trabajo y análisis» porque la situación en muchos centros educativos de Canarias estaba siendo «insostenible» por una ola de calor que está afectando tanto a alumnos como a docentes.

Sobre la posibilidad de retomar las clases telemáticas, como ya se hizo en el confinamiento, Poli Suárez admitió que se trata de algo «complicado»; por eso ha insistido en la importancia de contar con un protocolo por altas temperaturas en los próximos días o semanas para saber cómo actuar ante estas situaciones que «han venido para quedarse».

También ha indicado que la mayoría de las infraestructuras educativas de Canarias no reúnen las condiciones necesarias para poder atajar las altas temperaturas en las aulas, de ahí que haya hecho un llamamiento a la Fecam y la Fecai para intentar buscar una solución y mejorar estas infraestructuras en las islas.

A este respecto, Poli Suárez ha incidido en que desde hace muchas legislaturas ha habido un abandono en esta materia, por lo que considera prioritario tener un diagnóstico para saber cómo y dónde actuar y cuáles son las prioridades en materia de infraestructuras, de la mano de cabildos y ayuntamientos.