Expertos urgen a «actuar rápidamente» contra la hormiga loca para evitar plagas como la del cangrejo americano

«Aún se está estudiando pero parece probable que esta hormiga por su capacidad devoradora pueda impactar sobre las mariquitas o catarinas (Coccinellidae), y para algún tipo de lagarto de tamaño pequeño», señala en declaraciones a ABC el director del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (Creaf) de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y experto en especies exóticas, Joan Pino.

El especialista asegura que solo una erradicación contundente durante la primera etapa de expansión del insecto puede evitar que se convierta en un problema para el ecosistema como ha sucedido ya con otras especies en España como el visón americano (Neovison vison), un mustélido de pequeño tamaño oriundo de Norteamérica que, desde el siglo pasado, se ha expandido por Europa y España a partir de escapes o sueltas intencionadas ilegales, el cangrejo americano (Procambarus clarkii), original del sudeste de los Estados Unidos y que está haciendo estragos en las cosechas de arrozales del Delta del Ebro (Tarragona), o la hierba de la pampa (Cortaderia selloana), planta herbácea originaria de América del Sur, de rápida dispersión y ha sido incluida en la lista de las 100 especies más dañinas para Europa.

Pino, catedrático de Ecología de la UAB, señala la rápida dispersión de este insecto de predador de rumbo errático que se expande a través de 'macrocolonias' de la mano de sus reinas. «Ellas la ayudan a ir conquistando y es difícil frenarlas si no se actúa rápido y con contundencia«, señala el responsable del Creaf, quien asegura que no le consta la presencia de este insecto en otros puntos de España.

Más allá de un posible impacto en la biodiversidad, ¿supone esta hormiga otro tipo de riesgo? La respuesta es no. No, más allá de que pueda reducir la presencia de otras especies. «No es un problema comparable al de otras especies invasoras, ni tampoco es un riesgo para los humanos», señala el experto. «Muerde, pero su mordedura, como la de otras muchas hormigas, no puede acarrear ningún problema para la salud», añade.

Joan Pino recuerda que la presencia del insecto en Barcelona fue notificada por primera vez en 2019. «La detectaron en la zona del Puerto, pero está claro que no la erradicaron bien porque ahora se ha localizado en la plaza de Catalunya y en la montaña de Montjuïc», señala en declaraciones a este medio.

La hormiga loca no ha llegado a nuestro país de la mano del cambio climático, sino «viajando en contenedores» y es una hormiga «muy adaptable a los entornos» y con gran capacidad de resiliencia «como otros muchos insectos». Más allá de que pueda desplazar a otras especies de hormiga nativas y a otros invertebrados, podría tener impacto negativo al proteger a insectos hemípteros chupadores, cochinillas, pulgones, ayudando a su expansión, advierten los expertos.