Españoles examinándose de español para ganar puntos en las oposiciones: «La picaresca es tal que lo saben los preparadores»

«Ayer mismo hice el examen, me daba un poco de vergüenza y traté de no mirar más allá de mi folio, pero al girar la cabeza vi que de las 15 personas que nos habíamos presentado, la mitad eran hispanohablantes y tres éramos nacidos en España», asegura un DNI andaluz que no quiere dar su nombre. Se trata de un funcionario que mañana se enfrentará al examen oral de la lengua que ha hablado desde pequeñito y que, dice, «se presenta para poder tener algún mérito extra si pide un traslado». En su opinión, «este tipo de situaciones se producen por las prebendas que el Estado ha estado dando a las comunidades en las que hay una lengua cooficial».

Actualmente, la Administración ofrece ventajas a los aspirantes a funcionario que presenten un título oficial en lenguas extranjeras, como pueden ser el inglés, el francés o el alemán. Sin embargo, un cambio legislativo promovido por el Ministerio de Educación en 2018 ha abierto un vacío legal por el que un español puede terminar acumulando méritos por hablar español. Algo a lo que, por cierto, está obligado cualquiera que tenga la nacionalidad. «El castellano es la lengua española oficial del Estado, con el deber de conocerlo y el derecho a usarlo para todos los españoles», reza el artículo 3 de nuestra Constitución. Hasta 2018, el examen de español como lengua extranjera sólo lo podían realizar personas que no tuvieran la nacionalidad española.

Pero el Gobierno consideró que aquel requisito suponía una «discriminación» y modificó el reglamento de la Escuela Oficial de Idiomas fijando en la edad la única condición para presentarse. «La picaresca llega a tal nivel que hay preparadores de oposiciones recomendando a sus alumnos nativos que se presenten al examen de español como lengua extranjera para ganar puntos extra en las oposiciones públicas», denuncia a ABC un profesor de la Escuela Oficial de Idiomas que prefiere mantener su anonimato. Son varios los docentes de esta institución con los que ha hablado este diario que confirman este nuevo episodio de la picaresca nacional. «Cuando ves que Carmen García Fernández se presenta al examen de español primero te ríes y luego te indignas», asegura otra profesora que da clases en una Escuela Oficial de Idiomas de la Comunidad de Madrid.

El 'truco' permite obtener hasta dos puntos extra a los aspirantes a oposiciones públicas que acrediten tener un nivel C1 o un C2 en la mencionada asignatura. Según ha podido saber ABC, son las oposiciones educativas en las que se está produciendo el «fraude». No sólo de aspirantes españoles, sino también de latinoamericanos a los que les habría llegado «el soplo», dicen fuentes de la Escuela Oficial de Idiomas. Cuando un español opta a una plaza pública, queda eximido de presentar cualquier título oficial que acredite su nivel de castellano, por eso no se entiende que si presenta un título oficial en esta lengua pueda conseguir una puntuación extra por méritos.

El vacío legal abierto por la normativa estatal ha provocado que algunas comunidades autónomas hayan desarrollado el reglamento por el que se fijan los requisitos para poder examinarse de los exámenes en lenguas extranjeras. Sin embargo, hay que recordar que «es competencia exclusiva del Estado la regulación de las condiciones de obtención, expedición y homologación de los títulos y certificaciones académicas oficiales», según han expuesto en una carta a la que ha tenido acceso a ABC los departamentos de Español como Lengua Extranjera de las Escuelas Oficiales de Idiomas.

La misiva fue remitida al ministerio que dirige Pilar Alegría y a la consejería de Educación de la Comunidad de Madrid. En otras regiones, como Castilla-La Mancha, se ha vuelto al requisito anterior, por el que un ciudadano español no puede examinarse en esta prueba. Otras comunidades como la de Valencia han optado por una opción intermedia y permiten que ciudadanos de cualquier nacionalidad puedan matricularse en un idioma extranjero diferente al oficial del país donde realizaron su escolarización obligatoria. En las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que dependen directamente del ministerio, se rigen por el requisito de la anterior legislación, aunque a nivel estatal sea considerado como «discriminatorio». «Hay muchos aspirantes a profesores de Secundaria de provincias de Castilla-La Mancha que están viniendo a Madrid a hacer el examen de español para poder obtener una puntuación extra», informan desde la Escuela Oficial de Idiomas.

Por su parte, la consejería de Educación de Madrid argumenta a este diario que «en la comunidad se han limitado a aplicar estrictamente la ley orgánica, pues desarrollar un nuevo reglamento supondría invadir competencias estatales». Además, estas fuentes indican que el pasado 14 de marzo, y ante la disparidad de requisitos de acceso en las distintas administraciones educativas se solicitó al Ministerio de Educación una «revisión de la aplicación de la normativa y una aclaración de este requisito en todo el territorio nacional». Aseguran que no obtuvieron ningún tipo de contestación por parte del Gobierno. La respuesta del equipo de Pilar Alegría a ABC es que «las Escuelas Oficiales de Idiomas dependen de las administraciones educativas».

Pero aún hay una última consecuencia negativa. «Estoy teniendo que tolerar que en mi clase de español como lengua extranjera haya alumnos de Albacete, de Venezuela o de Argentina», afirma un profesor de la Escuela Oficial de Idiomas. De hecho, desde esta institución estiman que en torno al 40% de las plazas para matricularse en el examen de certificación de esta asignatura son ocupadas por hispanohablantes. Hubo una estudiante ucraniana que se presentó al examen y se quedó perpleja al ver tanto español en el aula, lo que le llevó a preguntar al profesor qué estaba ocurriendo. Los alumnos nativos le respondieron: «Hoy vas a aprender un refrán en castellano: 'La curiosidad mató al gato'».