España lidera el exceso de mortalidad en Europa, con un 36,9% más de fallecidos de lo esperado
En el Viejo Continente las muertes inesperadas del mes de julio triplican a las del año anterior. En nuestro país es el peor periodo desde abril de 2020
Los expertos explican las causas subyacentes al inesperado aumento de fallecidos
La UCI del Hospital Universitario de Bellvitge, en Barcelona
El exceso de mortalidad en Europa continúa dejando cifras mucho más altas de lo que cabría esperar. Después de alcanzar el pico del 26,5% en noviembre de 2021, este verano supera ya los máximos registrados entonces: el pasado mes de julio las muertes ... no esperadas volvieron a superar a las del mes anterior, y alcanzaron su valor global más alto en lo que va de 2022, hasta quedarse en el 15,8%, casi triplicando el registro de julio del año anterior.
Aunque hay diferencias a lo largo y ancho del Viejo Continente, Eurostat apunta a España como el país más afectado tras registrar un exceso de muertes del 36,9%. Solo los meses de marzo y abril de 2020 superaron en España el desfase actual de fallecidos (con tasas del 54 y del 80%, respectivamente). Si con los datos del mes de junio fue Portugal quien estaba a la cabeza, ahora por delante del país vecino (con un 28,8%) se sitúan otros países como Chipre (32,9%) y Grecia (31,2%). Otras seis naciones más registran una incidencia de muertes superior al 15%; estas son Malta (26,4%), Italia (24,9%), Austria (17,5%), Eslovenia (16,5%), Irlanda (16,3%) y Alemania (15,2%).
En el lado opuesto, Eslovaquia (7,7%), Polonia (5,8%), Hungría (4,5%), República Checa (4,4%), Bélgica (4,3%), Suecia (2,7%), Rumanía (2,4%), Bulgaria (1,4%) y Lituania (0,9%) registran en julio tasas de exceso de mortalidad inferiores a la mitad de la media de los países que comparten sus datos de defunciones con Eurostat.
Entre marzo de 2020 y julio de 2022, la Unión Europea ha registrado cuatro olas distintas de exceso de mortalidad, con picos en abril de 2020 (25,2%), noviembre de 2020 (40,0%, el más alto), abril de 2021 (20,9%) y noviembre de 2021 (26,5%).
Julio de 2022 es el tercer mes con más fallecidos en lo que va de pandemia en España
Para el mes de julio de 2022, el organismo europeo ha comunicado alrededor de 53.000 muertes adicionales. Se trata de un valor inusualmente alto para este mes: la tasa de exceso de mortalidad fue del 3% en julio de 2020 (10.000 muertes en exceso) y del 6% en julio de 2021 (21.000 muertes en exceso). Según la información disponible, parte del aumento de la mortalidad en comparación con el mismo mes de los últimos dos años puede deberse a las olas de calor que han afectado a buena parte de Europa durante el período de referencia.
Incidencia de las temperaturas
En el caso particular de España no está claro que este aumento desproporcionado en el número de fallecidos sea atribuible solamente al calor. El último informe de Monitorización de la mortalidad diaria (MoMo), publicado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) observa para julio 11.349 muertes más de lo esperable, de las que solo 2.223 podrían atribuirse al exceso de temperatura. Para agosto el exceso es de la mitad, de unas 5.293 personas, de las que 1.610 se podrían explicar en base a la temperatura. En lo que va de 2022, han fallecido 31.363 españoles más de lo que cabría esperar, según los datos del ISCII. Según la estadística del Ministerio de Sanidad, en lo que va de año el coronavirus ha sido la causa del fallecimiento de 23.706.
El verano de 2022 en España ha batido récord de días de calor extremo, con un total de 42 jornadas -prácticamente la mitad- bajo situación de ola de calor, según ha confirmado esta semana la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Estas jornadas multiplican por 7 el promedio que se registró entre 1981 y 2010 -6 días de media- y triplican el de la última década, de 2011 a 2020 -14 días de media-.
Consultados por este periódico, epidemiólogos y médicos explican que además de los efectos de las altas temperaturas, hay un aumento de la incidencia de enfermedades cardiacas y circulatorias además de muertes por diabetes, dolencias del sistema urinario e infecciones respiratorias (sobre todo por el coronavirus). Algunos señalan también como posibles causas los efectos de la pandemia, que ha provocado graves retrasos en los controles de rutina de muchos pacientes crónicos y en el diagnóstico de enfermedades.