El duro testimonio de un paciente de viruela del mono: «Duele existir. Es insoportable estar despierto»

El brote de la viruela del mono continúa creciendo en Estados Unidos y gracias a las medidas que se están implementando, las autoridades confían en que se contendrá pronto. En Houston las vacunas ya ha llegado y se esperan más en las próximas semanas.

Wallace dijo que duele estar despierto. «El dolor es insoportable y progresa rápido de una lesión ya tengo lesiones por toda la cara», agregó. No obstante, indicó que las marcas estaban comenzando a sanar y que podía imaginar un regreso a la normalidad relativamente pronto.

«Sé que es un estigma. Lo tengo en mis redes sociales», comentó Wallace. «Solo tengo que recordar, 'Es temporal. Este no soy yo. Así es como se manifiesta el virus. Voy a mejorar'».

La viruela del mono rara vez es fatal, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), y generalmente se resuelve en 2 a 4 semanas. Sus síntomas son similares a la viruela pero son más leves y pueden incluir fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, escalofríos, agotamiento, ganglios linfáticos inflamados y una erupción que puede parecer granos o ampollas en la cara, dentro de la boca y en otras partes del cuerpo.

El contacto cercano o íntimo de persona a persona, como los besos, los abrazos y el sexo, es un medio principal de propagación de la viruela del simio, según los CDC. El virus también se puede propagar a través del contacto con erupciones cutáneas infecciosas, costras o fluidos corporales o con elementos que estén infectados, como ropa y ropa de cama.

Un día después de haberse contagiado Wallace pensó que tenía una espinilla en el rostro, pero el sarpullido se extendió por su cara en cuestión de días. «Me contagié con un beso», dijo Wallace.

Sobre la posible cura, Wallace declaró que el acceso a la vacuna ha sido tan escaso que sus amigos están dejando el estado de Texas para conseguirla. «Hay una enorme población de alto riesgo que no tiene acceso a ella», afirmó. «Tengo amigos que están comprando billetes de avión, volando a otras ciudades solo para ir a buscar la vacuna y luego volver a casa».