Dinamarca se convierte en el paraíso de las bodas exprés entre extranjeros

Anita Okkels Birk Thomsen, quien dirige el Departamento de Matrimonios del Ayuntamiento de Copenhague, revela que el año pasado se celebraron allí unas 8.000 ceremonias nupciales, de las cuales más de 5.000 correspondieron a parejas que no eran residentes daneses. «Es casi el doble que hace cinco años y vienen de todo el mundo», celebra.

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A diferencia de otras naciones europeas, Dinamarca no exige certificados de nacimiento ni pruebas de soltería para obtener la documentación que permite contraer matrimonio. Ese matrimonio, por otra parte, puede celebrarse en un plazo mucho más breve que en cualquier otro lugar de la UE. La Agencia de Derecho de Familia de Dinamarca (Familieretshuset) tramita las solicitudes previo pago de una tasa de 2.100 coronas (282 euros) y entrega el correspondiente certificado de matrimonio en cinco días laborables, siempre que las parejas cumplan los requisitos.

Para quienes no residan en Dinamarca, basta con presentar un pasaporte en vigor o un visado de turista. Las autoridades danesas pueden solicitar ocasionalmente certificados de estado civil, cuando la documentación del divorcio no demuestre claramente la finalización del procedimiento, pero a de eso, y sobre todo en comparación con otros países, el proceso es barato, ágil y de una facilidad extrema. Al calor de la demanda de estos procedimientos exprés ha surgido una red de agencias que gestionan conjuntamente el viaje y la boda civil. Las parejas acuden por docenas cada fin de semana, para casarse y con maleta de mano.

«En ese momento, estábamos viviendo en Holanda. Si a la burocracia alemana sumas los trámites que hubiesen sido necesarios en Filipinas, estaríamos hablando de mucho más tiempo y mucho más dinero», relata Michael, que se casó en Dinamarca por mediación de una de estas agencias en 2023. Maryem, una marroquí que contrajo matrimonio también en Copenhague, se extiende sobre la paradoja de que hoy en día, cuando casi cualquier trámite puede hacerse 'online', una boda civil requiera de tanto papeleo y tantas condiciones. Considera que es «sólo una boda» e ironiza con el hecho de que «lleva más tiempo que un divorcio».

Pero aunque los contrayentes suelen volver a casa tremendamente agradecidos y satisfechos, su afluencia despierta suspicacias sobre la posibilidad de que el país se esté convirtiendo en un coladero de matrimonios de conveniencia. En algunos foros latinos en Alemania, como el blog «LieblingsCriolla», se habla abiertamente de este procedimiento para conseguir «papeles europeos».

La Agencia Danesa de Derecho Familiar (Familieretshuset) responde que ha endurecido desde 2019 los requisitos para evitar abusos. «Desde enero de 2019 existen normas matrimoniales más estrictas y no es tan fácil como presentar un pasaporte y obtener el certificado matrimonial», dice un portavoz. Se han implementado controles adicionales en casos donde hay sospechas de fraude, como exigir certificados de divorcio más detallados o pruebas de relación. Y sobre la ausencia de certificados de nacimiento, las agencias aseguran que la autoridad de inspección danesa se basa en el sistema de escaneado de documentos de identidad Profi-ScanService, que garantiza la seguridad, y prometen «100% de éxitos«. «Casarse lo antes posible»: eso es lo que muchas parejas quieren y por eso no se casan en Alemania. «¿Esperar seis u ocho meses? ¿Por qué? En Dinamarca, las citas más rápidas en la oficina de registro están claramente disponibles» es el reclamo publicitario de agencias como heiraten.dk.

Por el precio base de 310 euros por pareja, se contrata la ceremonia de boda en un ayuntamiento u oficina de registro danés. La tasa de inspección de 290 euros se paga antes de la inscripción en la Embajada de Dinamarca o Extranjería. Incluye el envío de instrucciones escritas e ilustradas muy detalladas con recomendaciones de la agencia para la optimización de sus documentos individuales. Soporte escrito y telefónico hasta seis semanas después y dos certificados de matrimonio internacional. Para las parejas sin sus propios testigos, se proporcionan dos testigos entre semana. Para bodas en sábado, esta oferta de padrinos sólo es válida de forma limitada.

El éxito de este producto turístico-administrativo es tal que lleva tiempo ya ocasionando problemas a las parejas danesas y residentes que desean contraer matrimonio en Copenhague. «El aumento significativo en el número de parejas extranjeras que se casan en la capital plantea desafíos para las parejas afincadas en la ciudad que desean casarse», reconoce Mia Nyegaard, responsable de cultura y ocio de Copenhague. Algunos distritos han empezado a priorizar a residentes locales que llevan tiempo esperando casarse por la saturación por bodas extranjeras. Las agencias reservan fechas en paquete y bloquean el acceso a los particulares y, para evitarlo, las autoridades han comenzado a exigir que el 40% de las bodas sea reservado para residentes.