Cuál fue el cónclave más largo y el más corto para elegir un Papa

El anterior cónclave, el de 2013, donde salió elegido Francisco, duró dos días, al igual que el de su predecesor, Benedicto XVI, pero lo cierto es que no hay un tiempo fijo marcado. Sin embargo, la polémica historia de los Papas a lo largo de los siglos nos ha dejado capítulos insólitos de un Cónclave que parecía eterno. Fue el caso del celebrado en 1268 que se alargó 1.006 días, 33 meses. Fue la 'sede vacante' de la Iglesia Católica más prolongada que se ha visto.

La falta de acuerdo entre los cardenales y las presiones externas alargaron el Cónclave el tiempo récord de casi tres años. En el ínterin fallecieron tres cardenales electores. Todo comenzó tras el fallecimiento en noviembre de 1268 del Papa Clemente IV en la ciudad italiana de Viterbo. Lo normal para la época era que los cardenales se dieran cita para votar en el mismo lugar de la muerte del Sumo Pontífice.

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A diferencia de lo que ocurre ahora, en el siglo XIII, los por entonces 19 cardenales que tenían que hacer su elección no estaban incomunicados con el exterior. Y el contexto era complejo, «el papa y el emperador de lo que hoy llamamos el Sacro Imperio Romano Germánico mantenían un pulso por el liderazgo de la Cristiandad«, explicó a la BBC Alejandro Rodríguez de la Peña, catedrático de Historia Medieval en la Universidad CEU San Pablo de Madrid. Los emperadores estaban enfrentados a los Papas , incluso llegaron a las manos o a la excomunión para inclinar el poder a su favor.

A ello se sumaba una Francia unificada que controlaba el sur de Francia. Eso provocó que se formaran dos grupos, según Rodríguez. Por un lado, los cardenales italianos alineados con los intereses del Imperio, llamados los gibelinos, Y por otro, los cardenales franceses o güelfos, que rechazan que la Iglesia esté sometida al Sacro Imperio. Un desencuentro que generó que ningún aspirante a Papa lograra la mayoría necesaria.

La situación llegó hasta tal punto que un año y medio después del inicio del Cónclave, las autoridades de la ciudad decidieron encerrar a los religiosos bajo llave y les racionaron la comida. Se rumorea que los cardenales llegaron a hacer tiendas de campaña con sus hábitos para dormir.

En septiembre de 1271 la situación ya era bochornosa, Felipe III de Francia forzó a los purpurados a formar un comité de seis cardenales electores para designar un candidato. El proceso finalmente terminó con la elección del italiano Teobaldo Visconti, un archidiácono que ni siquiera estaba ordenado como sacerdote, El nuevo Papa eligió el nombre de Gregorio X y endurecería el proceso de selección del Cónclave mediante la bula Ubi periculum, promulgada en el Concilio de Lyon de 1274.

Gregorio X moriría en 1278 y sería beatificado en 1713. Desde entonces, se pone su historia se pone como ejemplo para hablar de la necesidad del aislamiento de los cardenales durante la elección del nuevo Papa para evitar injerencias de terceros.

El cónclave más corto de la historia para elegir un nuevo Papa fue en 1503. En ese momento solo se necesitaron 10 horas para elegir al Papa Julio II. Como curiosidad, ese año hubo dos cónclaves tras la muerte de Pío III, que apenas duró en el cargo 26 días.